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ROSA BELMONTE
Miércoles, 15 de marzo 2017, 00:10
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Los créditos iniciales de 'Feud' ya casi obligan a la genuflexión. Una secuencia animada. Un doble homenaje a Saul Bass y a Bernard Herrmann por parte de Kyle Cooper, el diseñador de la maravilla, y de Mac Quayle, el músico. Aunque el culpable de todo es Ryan Murphy, ese tipo que hace series compartiendo con el público lo que ama. Con 'Feud' se desparrama el fetichismo cinéfilo (Murphy empezó a cartearse con Bette Davis a los diez años). 'Feud', serie que HBO estrenó el domingo en EE UU y el lunes en España, significa rivalidad, enemistad, una pelea que ha causado ira o violencia. La primera temporada está dedicada a Bette Davis y Joan Crawford. Al rodaje de '¿Qué fue de Baby Jane?'. A dos leyendas luchando por hacerse visibles en un mundo que ya premiaba a los jóvenes («Yo también tengo grandes tetas, pero no se las pongo a todos en la cara», dice Crawford con despecho en los Globos de Oro de 1961 que premian a Marilyn Monroe).
Llevamos tanto tiempo hablando de 'Feud' que ya resulta viejo decir que Susan Sarandon es Bette Davis y Jessica Lange, Joan Crawford. Ahora podemos decir que están magníficas. Incluso Lange, que no se parece a Crawford (a la otra le ayudan los ojos saltones, pero es que clava la voz y los gestos de Davis). Aunque la más prodigiosa de todas es Judy Davis haciendo de Hedda Hopper. Hay una escena en la que la periodista de cotilleos y chantajes invita a Davis y Crawford a su casa para escribir de ellas. Gente como Hopper es la que contribuye a inventarse la rivalidad entre las actrices. Ellas lo saben, aunque se prestan. Por supuesto que no se podían ver pero hay mucho de artificial en la pelea. También es verdad que durante el rodaje, Davis se reía de la obsesión por la imagen de Joan Crawford (y de que se metiera relleno en el sujetador). Crawford de quejaba del olor corporal de Davis.
La serie es un demoledor retrato de dos mujeres víctimas de los hombres, de los medios de comunicación y de los estudios. En una de las imágenes de los créditos se ve a Davis y Crawford manejadas como marionetas por un ejecutivo. Eso es 'Feud'.
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