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TV

UNA DE TORTILLA

YOLANDA VEIGA

Lunes, 20 de junio 2016, 00:41

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Una tortilla francesa... pues hasta eso tiene su técnica. La mostró el miércoles en 'MasterChef' David Andrés, mejor chef joven de España y Portugal en 2015. Remover con ambas manos (una en la espátula, la otra en el mango de la sartén) y envolver antes de que cuaje. Queda en forma de media luna, lisita por fuera y jugosa por dentro. Probaron a hacerla cuatro concursantes y les quedó entre mal y regular, así que los que lo intentaron en casa, que más de uno lo haría, que no desesperen.

El concurso de cocina de TVE tiene más que cogido el punto de cocción. Resulta entretenido y salpimenta las cuestiones culinarias con una dosis justa de 'reality' que permite al espectador seguir la evolución de los concursantes, no solo en los fogones, también en sus relaciones personales. Lo de salir a cocinar fuera le da también un toque y la propia intriga de las eliminaciones hace el resto. El único reproche que cabe hacer al programa (además de la hora a la que acaba, rozando la una de la madrugada) es el tono excesivamente severo de los jueces, especialmente de Jordi Cruz, que en ocasiones resulta desproporcionado. Y encima los participantes no puede revolverse, solo 'comerse' la bronca, decir 'sí chef' y agachar la cabeza.

De cara al espectador, 'MasterChef' tiene una vocación más de entretener que de enseñar. Los platos que elaboran los concursantes, siempre bajo el látigo del reloj, son demasiado complicados para que los televidentes se animen siquiera a intentarlo. Por eso nos sorprendió gratamente la demostración de la tortilla francesa. Que un chef con galones vaya a la tele a explicar cómo se hace fue un pequeño regalo a los espectadores, un guiño con el que agradecer una lealtad que hace al concurso de La 1 líder de la velada los miércoles.

El concurso puede crecer por ahí. Se alarga dos horas y media así que podría dedicar en cada emisión quince o veinte minutos a explicar elaboraciones clásicas y sencillas para que aprendan los concursantes y, a la vez, los de casa. Seguro que al día siguiente en la mesa de muchos hogares, con mejor o peor pinta, había una tortilla francesa al estilo de la David Andrés.

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