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Imagen de la frontera entre Colombia y Venezuela.
«No nos recibían bien»

«No nos recibían bien»

'Fronteras al límite', el nuevo programa documental de TVE,se asoma a los pasos fronterizos más peligrosos del mapa. Los periodistas lo tuvieron difícil

MIGUEL ÁNGEL ALFONSO

Miércoles, 6 de mayo 2015, 22:43

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Las fronteras suelen ser lugares donde hay quien tiene algo que esconder y las cámaras no son bienvenidas. Contrabandistas, policías que hacen la vista gorda o traficantes de drogas y de personas se dan cita en estos lugares de paso que ha captado con sus objetivos el equipo de 'Fronteras al límite', el nuevo programa de reportajes que TVE estrenará el próximo miércoles a las 23.30 horas en La 1. Los periodistas Mercedes Forner, Álvaro Martín y María Ibáñez se han asomado a los límites que separan países como México y Estados Unidos, Italia y Suiza o Estambul y Bulgaria, entre otros destinos, para rodar diez documentales. Y, por lo que cuentan, no se lo han puesto nada fácil.

«En ninguna frontera que visitamos hemos sido bien recibidos, nadie nos quiere. Antes de ir a grabar, en España, te mentalizas y piensas que serás capaz de hacerlo. Pero cuando me tocó subirme a las cuatro de la mañana al llamado tren de la muerte, que cruza México cargado de inmigrantes, y lo oía chirriar me puse a llorar. Al final subí porque si te paras a pensarlo, no lo haces», confesó ayer María Ibáñez a este periódico.

La reportera vivió una experiencia bastante distinta en la línea que separa Suiza de Italia, donde el contrabando no es de personas, sino de maletines cargados de dinero. «Yo había visto pasar cocaína en dobles fondos de maletas pero nunca había visto tantos billetes de 500 euros escondidos intentando cruzar una frontera. En Italia dicen que el 90% de los billetes de 500 están en la frontera con Suiza», relata.

A su compañera Mercedes Forner le tocó visitar la 'triple frontera', la unión de dos ríos que enlazan Argentina, Brasil y Paraguay, un punto estratégico que es aprovechado por los contrabandistas para pasar productos electrónicos de un país a otro. «Quisimos descubrir todo el proceso y resultó muy complicado. Se nos veía a la legua que éramos extranjeros y que queríamos registrar un delito, así que muchas veces nos teníamos que esconder en lugares insospechados», comenta la periodista sin desvelar más.

«Mereció la pena»

Ella estuvo también en la línea que separa Bulgaria y Turquía y asistió al nacimiento de una nueva droga que podría extenderse por Europa próximamente, llamada 'bonzai' y que es una mezcla entre marihuana y diversos fármacos. No se olvida del mal rato que pasó dentro de una habitación de Estambul, junto a seis narcotraficantes armados. «Yo no paraba de mirar de reojo sus pistolas, nos tuvimos que marchar cuando empezaron a consumir éxtasis y se les transformó la cara. Aunque luego ves las imágenes en la sala de montaje y entonces te das cuenta de que aquello mereció la pena», reconoce.

Álvaro Martín es el periodista que completa este equipo de tres, y recuerda su paso por la frontera del combustible, entre Perú y Bolivia. «Es una frontera un poco peculiar, con una aduana que consiste en un edificio por el que no pasa absolutamente nadie. Está al lado de la frontera real, un puente que separa los dos países con un pueblo a cada lado. Allí se registra el tráfico ilegal de combustible a plena luz del día con la connivencia de las autoridades. Un policía nos vio intentando grabar y nos preguntó a ver si estábamos locos». No lo estaban, no. Lo veremos el próximo miércoles.

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