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La tele que se muere

CAUTIVO Y DESARMADO PABLO ÁLVAREZ

Jueves, 31 de julio 2014, 22:51

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De entre una ejecutoria en general desafortunada, el gobierno de Zapatero tuvo algunos logros indiscutibles. Por ejemplo, la llegada del carné por puntos, y el descenso de la mortalidad en carretera subsiguiente. O la ley del matrimonio homosexual (que sigue sin haber acabado con la familia, y mira que van años). O la gestión informativa de RTVE.

Parecen tiempos añejos porque, en realidad, cargarse la independencia de TVE fue lo primero que hizo el PP en cuanto pisó La Moncloa. Pero así era: hubo unos años en los que el Ente Público fue, con sus fallos, independiente como debería. Y de calidad: los índices de audiencia lo decían.

Pero, como queda dicho, el Gobierno Rajoy se cargó el atisbo de independencia en cuanto pudo, y con excusas muy débiles. Pero lo peor es que, andando los años, nos vamos dando cuenta de que sólo era el principio. Porque lo primero fue la independencia (denunciada mil veces por los propios trabajadores, con episodios vergonzantes) y luego vino el ataque a la calidad. Los informativos de TVE son un ejemplo, pero más los programas de RNE, que parecen haber vuelto a 1980. La audiencia, claro, ha huido.

Ahora otra vuelta de tuerca: la posible desaparición de Teledeporte, embebida en La 2. Otra pedrada en las posibilidades de RTVE de funcionar como servicio público, ni en el deporte ni en lo que le quedaba a La2 de canal con personalidad propia.

Es difícil no ver en esta gestión tan terrible una intención dolosa. Sencillamente, es imposible creer que alguien lo pueda hacer tan mal sin querer. Así que los que creemos en la necesidad de un servicio público de televisión libre e independiente sólo podemos estar tristes. Nuestra tele, la de todos, se va por el váter. Bueno, no se va: la tiran.

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