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Luis Cao, en pie, en uno de los números junto a su compañero Juanfran Dorado. :: Yllana
«Llevamos el humor negro, salvaje y transgresor en la sangre»

«Llevamos el humor negro, salvaje y transgresor en la sangre»

El Cómicos cierra hoy y mañana su XX edición con 'Lo mejor de Yllana', espectáculo con el que la compañía celebra sus 25 años Luis Cao Actor de Yllana

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Viernes, 2 de marzo 2018, 10:10

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Cómicos pone el colofón a la edición en la que cumple 20 años. Por su parte, los icónicos Yllana siguen celebrando sus 25 años de humor gestual, ácido e irreverente. Y dado que han crecido juntos, participando el sello Yllana en casi todas las ediciones de un Cómicos del que es 'compañía fetiche' desde el 2008, tenían que compartir celebración. Así, la alfareña sala Florida recibe hoy y mañana a las 22.30 horas la fiesta de 'Lo mejor de Yllana'.

-¿Cómo se entrevista con palabras a un artista del humor gestual?

-Para el papel, complicado... Si estuviésemos cara a cara... Pero puedo decirte con onomatopeyas: aaaaaaarrgghh... ouuuuuhhh... eeeeeehh... Pero no tiene mucha gracia, sobre todo para los lectores.

-Llegan a Cómicos con 'Lo mejor de Yllana'. ¿Han ascendido ya a la categoría de clásicos?

-Los 25 años de carrera nos dan la autoridad para decir que llevamos mucho rato haciendo lo que hacemos. Nuestras giras son rocanrolleras, pueblo por pueblo, sin saltarnos ni uno. Lo hacemos en furgoneta, en tren, en avión... Y, como pasa en Alfaro, repetimos conciertos porque el público lo pide.

-¿Es esa cercanía la que hace que el público se sienta Yllana?

-Sí. Ahora el público se está mezclando: la mitad nos conoce mucho, ha visto varias obras y nos espera con el aplauso y predisposición a divertirnos; y hay un público nuevo que nos gusta mucho, que lo trae el que ya nos conoce y que nos espera con la cara de «¡¿estos quiénes son y qué voy a ver?!». Esa mezcla de público permite reciclarnos y renovarnos y hace que permanezcamos.

-Si los padres no saben decir qué hijo es el preferido, ¿cómo han elegido los números para esta obra?

-Nos costó muchísimo seleccionar... Nos daba para hacer dos o tres partes... No podíamos dejar ningún espectáculo fuera pero, al mismo tiempo, la obra tenía que tener un ritmo, una cadencia. La riqueza del show es la variedad y sorpresa del número que vas a ver después. El hilo conductor somos nosotros, es recorrer la historia de Yllana a través de los diferentes 'sketches', que son parte de los espectáculos que nos hicieron lo que somos hoy.

-Siempre hay reflexión en sus obras. ¿Cómo se logra en ésta?

-El poso y la crítica lo tiene cada número. Tenemos a los banqueros y poderosos maltratando a la clase baja en 'Brokers', la locura de la silla eléctrica en '666'... Cada número está muy pegado a la realidad y a la reflexión pero, por supuesto, desde la carcajada.

-Desde sus códigos, ¿cómo se ha consolidado el estilo?

-El código del humor negro lo llevamos en la sangre. Cada vez que surge una idea, se nos ocurre desde esa locura, contaminada con humor salvaje, irreverente, transgresor, que pretende provocar pero, a la vez, reflexivo. Lo tenemos metido desde nuestros maestros: los Monty Python, el Chaplin de 'El gran dictador' o 'Luces de la ciudad'... Queremos meter el dedo en el ojo, en una sociedad que repite los mismos errores, adormecida con tanta red y tanta pantalla, a la que insensibilizan para que no reaccionemos. Nuestro espectáculo está dirigido a los humanos y a las bobadas que hacemos. Nuestro desafío es afrontar temas difíciles desde la carcajada. A veces es todo tan ridículo que prefieres generar la carcajada para que la reflexión entre por ahí.

-Yllana ha estado presente en casi todos los Cómicos. ¿Cómo han crecido juntos?

-Como todo, de a poco. No tuvimos éxito desde el principio. Fue gestándose, desde el boca a boca. La organización ha sido maravillosa en su trabajo y dedicación... Veinte años de festival tiene casi más mérito que lo nuestro. Hay una complicidad muy bonita entre el público de Alfaro y nosotros. Y, por suerte, actuamos más de un día y podemos disfrutar de la ciudad, su comida...

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