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Jardiel Poncela. Archivo
Las risas de Jardiel Poncela se cuelan en el Cervantes

Las risas de Jardiel Poncela se cuelan en el Cervantes

'La risa inteligente' reúne 150 piezas del dramaturgo, que trabajó para la Fox en EE UU y fue despreciado por el franquismo

Víctor Núñez Jaime

Martes, 19 de diciembre 2017, 00:19

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Enrique Jardiel Poncela (1901-1952) se fue a Estados Unidos en 1933 para trabajar en los estudios cinematográficos de la Fox. «Llegó allí para hacer adaptaciones de guiones del inglés al español, pero, en realidad, lo que hizo fue reinterpretar los argumentos de las películas. No fue un trabajo que le gustara demasiado. De hecho, sólo estuvo ahí durante dos años. Pero la verdad es que su obra posterior está influenciada por esa experiencia», dijo su nieto Enrique Gallud Jardiel durante la presentación de la exposición 'La risa inteligente', que se puede ver desde en la sede central del Instituto Cervantes.

Nacido en Madrid, Jardiel Poncela fue, según su nieto, un autor que murió en la «más absoluta miseria» tras sufrir «persecuciones» por ser una persona despreciada durante la dictadura: «Era un rojo para el gobierno de Franco y para la iglesia. Sin embargo, se le vinculó con el franquismo, y con la llegada de la democracia se le relegó».

Por eso, puntualizó José Manuel Bonet, director del Instituto Cervantes, «con esta exposición hacemos el reencuentro de Jardiel Poncela con Madrid». «Lo que aquí se enseña consigue mostrar su talento y le hace justicia. Su humor era disparatado, era un vanguardista, un conocedor de las vanguardias que las supo aprovechar desde el lado cómico. Fue uno de los españoles más modernos de su época y precursor del teatro del absurdo», expresó.

La muestra, comisariada por Sergio Muro y Eva Lapuente, permanecerá abierta al público hasta el próximo 28 de enero y reúne 150 piezas que incluyen manuscritos originales, primeras ediciones, revistas, cortometrajes, dibujos y cartas que permiten descubrir la variada obra del creador de la primera película en verso, 'Angelina o el honor de un brigadier'.

Dice Gallud Jardiel que su abuelo dominaba varias disciplinas de manera deliberada después de aprender de autores como Gómez de la Serna o Charles Chaplin. «Cuando trabajó en 'Fox Studios', Chaplin le dijo que el éxito consistía en controlar todos los aspectos. Para él, no se podía hacer una obra en la que una persona haga el guión, otra el montaje, otra la dirección y otra la postproducción, todo tenía que saber hacerlo la misma persona», detalló.

Por otro lado, Gallud Jardiel aclaró que, en contra de la percepción de «misógino» de su abuelo, Jardiel Poncela fue «muy amante de las mujeres» y señaló que «se ha confundido la representación de las mujeres de sus obras con mujeres reales». «Él dijo que las mujeres buenas e inteligentes no eran interesantes literariamente y por eso no las representaba, pero amaba a las mujeres», añadió.

La exposición aborda también a «la persona», con documentos sobre sus orígenes familiares, sus vínculos con Aragón, formación cultural, inicios como escritor, vida familiar y sentimental, viajes a Estados Unidos, rutina creativa o la Guerra Civil, y el relato de su enfermedad y miseria. También cuenta con otras piezas, como la proyección en un vídeo con las 200 páginas del guión de 'Angelina o el honor de un brigadier' corregidas por la censur, así como el dibujo original de 'Todas las comedias del mundo', una especie de concentración del conjunto de sus obras teatrales.

El continuador de la 'vanguardia castiza' que abrió Ramón Gómez de la Serna, según añadió el director del Cervantes, fue además un gran amante de las cafeterías, donde tenía la costumbre de trabajar; así lo demuestra una factura del escritor, que un día se gastó 73,90 pesetas en consumiciones mientras escribía 'Una letra protestada y dos letras a la vista'.

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