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George Lucas dirige a Anthony Daniels, C–3PO, en el rodaje de ‘El ataque de los clones’ en el desiero de Túnez. Lisa Tomasetti (AP)
George Lucas, el cerebro de una galaxia en expansión

George Lucas, el cerebro de una galaxia en expansión

Brian Jay Jones firma la biografía no autorizada del padre de la saga más taquillera de la historia del cine. Culminó de milagro la primera entrega de la serie hace cuatro décadas convencido de que sería un fracaso

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Miércoles, 27 de diciembre 2017, 00:58

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Hace mucho tiempo, en un recóndito rincón del cerebro de un tal George Lucas, estalló un galaxia que hoy sigue su luminosa expansión cinematográfica. Y eso que la saga mas taquillera de la historia del cine pudo quedarse en nada. Así se explica en 'George Lucas. Una vida' (Reservoir Books), la biografía del genial cineasta que firma Brian Jay Jones. Llegó a las librerías españolas poco antes de 'Los últimos Jedi', octavo episodio de la serie y el segundo mejor estreno de la historia del cine. Nada que ver con la llegada a las pantallas del inicio de la saga en mayo de 1977. Solo 32 salas acogieron 'La guerra de las galaxias', la película que cambió la historia del cine y la cultura popular.

«No había manera de que R2-D2 funcionara, de que avanzara cuatro palmos sin chocar contra algo». Es el primer secreto que desvela el propio y desesperado George Lucas al rememorar la primera mañana de rodaje, el 22 de marzo de 1976. Las baterías del pequeño androide no daban más de sí. Imposible que recorriera dos metros, y no por su tozudez. Los demás robots también funcionaban a trompicones y George Lucas (Modesto, California, 1944) y soltaba bilis y veneno contra los ejecutivos de la 20Century Fox. Les acusaba de zancadillear un proyecto que culminó de milagro.

El que se dio para que Lucas concluyera el terrible rodaje de 'La guerra de las galaxias', el inicio de una saga portentosa. Cuenta Jones como los ejecutivos de Fox «escamotearon recursos a cada paso, negándole el dinero que necesitaba para que todo funcionara». Ni el propio Lucas apostaba por su película, convencido de que sería un completo desastre. Tanto, que no asistió a la fiesta que él mismo organizó para celebrar el final de un accidentadísimo rodaje en el desierto Túnez que le llevó agotado a un hospital.

La fuerza no le acompañó. El viento y la lluvia -la primera caída en casi siete años valle de Nefta- destrozó medio decorado y embarró la otra mitad. La arena desértica arruinó una carísima cámara. El incendio de un camión abrasó varios robots y hubo que recurrir a burros para el transporte de materiales. Los elementos y las circunstancias se aliaron contra el director, un principiante en Hollywood, autor de algunos cortos y de una rareza que es hoy un película de culto - 'American Graffiti'- que entonces «se juró no ceder nunca más el control de sus películas a lo ejecutivos de un estudio».

Casi setecientas páginas ha necesitado Jay Jones para recrear en esta biografía no autorizada la trayectoria del genio que cambió la historia del cine y se convirtió en el emperador de la taquilla gracias a aquella decisión. Entonces tenía 31 años y era «un joven barbudo y pensativo» capaz de «arreglar en la sala de montaje los desaguisados del rodaje». «Destruyó y reinventó la forma de hacer, promocionar y comercializar películas» escribe su biógrafo.

Acosado en la escuela

Lucas fue un niño flacucho, encerrado en sí mismo y víctima del acoso en la escuela y en su barrio. Un adolescente acomplejado que debía haber seguido al frente de la papelería de su familia. Refugiado en los juguetes tecnológicos, consumidor compulsivo de cómics de ciencia ficción, de los seriales de Flash Gordon y los tebeos del Tío Gilito. Fan además de Elvis Presley, eligió al cine de rebote, tras sufrir un grave accidente de coche que casi le cuesta la vida cuando trataba de forjarse un futuro como piloto de carreras. «El rock y los coches fue lo más importante en mi vida entre los 14 y los 20 años» admitió.

Estudió cine en la Universidad del Sur de California, donde conoció a Steven Spielberg. Gracias a una beca se unió luego a Francis Ford Coppola, con quien fundaría la compañía American Zoetrope, cuyo primer proyecto fue THX-1138: 4EB, la versión extendida de un corto anterior del propio Lucas.

Había «sudado sangre» durante tres años para escribir el guion de 'Star Wars', rechazado por un puñado de estudios y que acabaría siendo un pelotazo que abrió una nueva era del cine. Cedió su salario a cambio del 40% de la taquilla y los derechos de mercadotecnia, una mina que no ha dejado de dar fruto: casi 40.000 millones de dólares según el británico Statisctic Brain Research Institute. Un éxito que expandiría con Indiana Jones, con la escritura y producción de 'En busca del arca perdida' para su amigo Spielberg, para quien también produjo 'Parque Jurásico'.

El biógrafo es consciente de que el verdadero perfil de Lucas, con 73 años, está sepultado por una montaña de información sobre sus películas. Algo que Jay Jones se propuso cambiar con esta biografía, quizá definitiva, que sucede a la que Dale Pollock firmó en 1983 para disgusto del propio Lucas ('Skywalking: The life and films of George Lucas'), un libro que el cineasta detestó y que le llevó a jurar «que no volvería a hablar con otro biógrafo», según han explicado Jones.

Sabía Jones que a Lucas le gustó su biografía de Jim Henson, el genio de las marionetas, pero obtuvo una negativa de Lucas a su primer e-mail. Insistió e insistió sin lograr ablandar al padre de Luke Skywalker, Han Solo, la princesa Leia, Darth Vader, el Halcón Milenario, la Estrella de la Muerte y los androides. «Le encanta controlarlo todo y no quiere que nadie controle su historia, como no quiere que nadie controle sus películas», asegura el biógrafo.

Jones recurrió al material disponible en bibliotecas, hemerotecas, y videotecas. Comprendió que en esa ingente batería documental estaba casi todo lo que Lucas no quería detallar. Que a pesar de su silencios el cineasta «hablaba por los codos» en los cientos de entrevistas en las que buceó rastreando el más mínimo detalle.

Cuatro décadas después de su nefasto inicio 'Star Wars' es un fenómeno de dimensión galáctica que aún enloquece a sus fans y un manantial de millonarios beneficios. Una franquicia que sobrevivirá a su creador y a la generación que comenzó a idolatrarlo en la década de 1970. Su innovación y su ambición forjaron Pixar, Lucasfilm -que vendió a Disney por mas de 3.100 millones de dólares- Industrial Light & Magic y la revolucionaria tecnología de sonido THX.

Presidente de la asociación de biógrafos de Estados Unidos, Brian Jay Jones (Kansas City, 1967) culminó su biografía sin la complicidad de Lucas y la casi nula colaboración de sus familiares, amigos, y colegas, con las excepciones del director Randal 'Grease' Kleiser y el productor Gary Kurtz. En 2008 se consagró con al biografía de Washington Irving, la definitiva del primer icono popular de la literatura estodonidense. Cuatro años después daba de nuevo en el clavo con la biografía de Jim Henson, el creador de los Muppets y Barrio Sésamo. Antes Jay Jones trabajó durante dos décadas como analista político y escritor de discursos.

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