Borrar
La escritora finlandesa Maria Peura.
Barbarie en la civilizada Finlandia

Barbarie en la civilizada Finlandia

La escritora Maria Peura abrió la caja de los truenos en su país al contar una historia de incesto y abusos sexuales infantiles

Antonio Paniagua

Sábado, 25 de junio 2016, 02:10

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

A la finlandesa Maria Peura le gusta complicarse la vida. A los 30 años, harta de beber y sabiendo que estaba embarazada, decidió que tenía que imprimir un giro a su vida. A partir de ese momento abandonó el alcohol y empezó a escribir con más ambición, de manera profesional, pero no cualquier cosa. Peura se atrevió a abordar un tema tabú como es el incesto y, no contenta con eso, hizo coincidir en la protagonista, una niña de apenas siete años, la condición de víctima de abusos sexuales. En la novela 'Tu amor es infinito' (Sexto Piso), traducida al español por Luisa Gutiérrez, cuenta la historia de un abuelo que viola a su nieta en repetidas ocasiones. Lo prodigioso de la historia es que la niña describe en primera persona todo tipo vejaciones de una forma en que la barbarie queda tamizada por la poesía. "Fue muy doloroso. Era muy difícil vivir en una continua violación. Albergaba un sentimiento contradictorio porque para mí escribir es algo muy placentero", asegura la escritora.

Con 'Tu amor es infinito', Maria Peura quedó finalista del Premio Finlandia de Literatura en 2001. Según el jurado, "la impresionante paradoja de la obra de Peura es que la novela está llena de bondad y belleza, a pesar de tratar sobre la maldad y la fealdad".

En un año y medio Peura alumbró la novela, que nació cuando la escritora se propuso ingresar en la Escuela de Arte Dramático de su país, donde la narradora quería estudiar dramaturgia. Como ejercicio para convencer al tribunal que juzgaba su admisión, pergeñó la historia de Saara. "No hay que tener miedo a afrontar temas difíciles en la literatura porque la palabra cura", dice Maria Peura, quien no se arredra ante los temas delicados, por muy escabrosos que sean. "Si el asunto se trata de una forma concreta en mi caso el lirismo- se puede desatar una especie de catarsis. El mal se puede contar de manera naturalista, pero esto ya se ha hecho muchas veces. Con el lirismo, en cambio, pretendo atraer al lector".

Laponia

Peura apostó por ubicar la historia en la frontera de la Laponia finlandesa con Suecia, una tierra donde una secta cristiana, los lestadianos, domina la vida social de la comunidad y genera con su presencia una atmósfera opresiva. En la novela, una niña procedente de una familia desestructurada, una pareja de padres alcohólicos que están enzarzados en agrias y continuas peleas, llega a casa de sus abuelos, un lugar aparentemente idílico por su hermosa naturaleza, pero que termina convirtiéndose en un infierno.

Con el propósito de conferir al relato verosimilitud, la novelista adopta el punto de vista de la niña para narrar las vicisitudes del personaje. La escritora logró ponerse en piel de la menor gracias a que ella misma padeció en carne propia los malos tratos de su marido. Meura infunde verdad a la historia en virtud de una mirada genuina, preñada con la imaginación de la infancia, un ingrediente al que se añaden el lenguaje metafórico y las alusiones a la naturaleza. Cuando escribo, trato ir retirando las capas que se van superponiendo al lenguaje que emplea una persona adulta.

La violencia sexual está muy de actualidad. En Finlandia hay muchos problemas de alcoholismo que, en el seno familiar, favorecen la violencia de género. Cuando escribí la novela tenía un conocimiento intuitivo del asunto. Ahora he comprendido que las mujeres no hablan de ello por una mal entendida lealtad, con lo que impera la ley del silencio, aduce Maria Peura. "En Finlandia", dice la escritora, "el sentimiento de vergüenza es muy fuerte, menor que hace 50 años, claro está, pero aún así el tabú es muy poderoso".

Por el mero hecho de aventurarse a tratar un tema tan peliagudo, a Maria Peura la quisieron hacer responsable de alimentar la violencia sexual. "Era un desatino. La literatura debe atreverse a tratar dramas complejos. No obstante, hubo personas que sufrieron los abusos y que me agradecieron que escribiera sobre ello".

La publicación hace 15 años de su novela, el primero de su trayectoria literaria, alentó un debate sobre los abusos sexuales y la violencia de género que no siempre fue atinado. "Me preguntaban si era autobiográfico; había un interés morboso de los periodistas. Y luego los críticos literarios, en lugar de analizar el libro, se referían a sus propios sentimientos".

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios