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Eva Hache, rodeada por sus compañeros de reparto Andrew Tarbet, María Lanau y Xavi Mira. :: l.r.
«Ser cómica es un encasillamiento divino»

«Ser cómica es un encasillamiento divino»

'Los vecinos de arriba', una comedia de Cesc Gay protagonizada por Eva Hache sobre la frustración en pareja, cierra hoy y mañana el Bretón 'mateo' Eva Hache Actriz

J.S.

LOGROÑO.

Sábado, 23 de septiembre 2017, 10:47

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Eva Hache (Segovia, 1971), la popular presentadora de televisión, monologuista y actriz cierra este fin de semana la programación matea del Teatro Bretón con 'Los vecinos de arriba' (hoy a las 21 h. y mañana a las 19.30). La comedia de Cesc Gay, que primero se estrenó en catalán y después se versionó en castellano con Candela Peña al frente del reparto, plantea una mirada entre humorística y reflexiva a la vida en pareja a partir de una situación que muchos podrán reconocer.

-Cuente, ¿qué pasa con 'Los vecinos de arriba?

  • u'Los vecinos de arriba'

  • uAutor y director Cesc Gay

  • uIntérpretes Eva Hache, María Lanau, Andrew Tarbet y Xavi Mira

  • uTeatro Bretón sábado 23 (a las 21 h.) y domingo 24 (a las 19.30 h.)

-Es una comedia muy divertida y muy interesante porque habla de la pareja y del amor y del desgaste del amor y de qué hacer cuando las cosas van claramente mal...

-Y de pronto...

-De pronto aparece otra pareja a la que aparentemente le va todo muy bien y que se les nota mucho porque son muy fogosos en la cama y los vecinos lo oyen todo. Entonces surge la envidia, que es muy cochina, y la pareja de abajo, o sea la mía, lo pasa muy mal. El público se ríe mucho, pero también hace plantearse cosas sobre la pareja, el amor, el respeto...

-El sexo, por lo que parece, juega aquí un papel desencadenante.

-La conversación gira en torno a eso. Las relaciones tan escandalosas de los vecinos de arriba, a los de abajo nos hace plantearnos muchas cosas. Y no solo sobre uno mismo, sino también sobre qué hacer con los vecinos ruidosos y con la calidad de los materiales de construcción (risas). En los castillos no se oía nada al otro lado del muro, pero ahora sabemos más de nuestros vecinos de lo que nos gustaría.

-Además de unas risas, ¿qué se lleva el público a su casa?

-Quizás la idea de que hay que luchar por la pareja. Que ahora que tenemos el divorcio exprés, nos cansamos muy rápidamente y ya está. Cesc Gay tiene un sentido del humor muy fino pero es capaz de hacerte reír hablando de cosas que tienen que ver con el sentido de la vida.

-¿Defiende la pareja a toda costa?

-Hombre, ahora tenemos más opciones y ya no es todo el 'como Dios manda' de antes y aguantar con resignación aunque te estés haciendo daño. Una pareja no debería acostumbrarse a esa guerra. Si es mejor, hay que dejarlo y no seguir haciéndose daño, creo yo.

-Pero no hay epidural que garantice una pareja sin dolor.

-No hay parto sin dolor ni pareja sin dolor. Pero una cosa es dolor y otra cosa, sangre. Hay que valorar que la vida es corta; seamos felices.

-¿Le condicionó sustituir a Candela Peña en el reparto?

-Claro, porque la vi; era su estreno teatral y me encantó. Pero cada actor y cada actriz damos cosas diferentes y la función ha cambiado conmigo, claro. Pero es una función muy real y un poco voyeurista que funciona sola; es como estar mirando a través del ojo de una cerradura.

-¿Qué le aporta usted?

-Yo creo que lo que Cesc buscaba en mí es que el tempo de la comedia ya lo llevo encima.

-¿Tiene la sensación de que el público ya tiene una idea preconcebida de usted y que es justo eso lo que espera ver en el escenario?

-Puede ser, pero también es una ventaja porque el público viene a favor de obra y llenas los teatros.

-La televisión la ha hecho muy popular, pero usted viene del teatro.

-Empecé en una compañía en Valladolid y eso es una ventaja porque conozco bien el lenguaje teatral.

-¿Está encasillada como cómica?

-Pero es un encasillamiento divino.

-¿No le parece que Got Talent es televisión facilona?

-No es nada fácil. Además, hay que entretenerse y pasarlo bien y ya está.

-¿Con qué número se presentaría usted a ese concurso?

-Ni idea. Doy gracias de no tener que hacerlo porque cuando viene gente a hacer comedia yo me echo a temblar; tienen solo dos minutos y si hacen reír yo me quito el sombrero.

-¿Le fama le ha cambiado la vida?

-No, soy muy intensa trabajando pero en la vida soy como un cojín.

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