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Un adicto a la cocaína prepara una raya para esnifar una dosis de esta droga. :: r. c.
La cocaína desbanca al alcohol como la droga con más demanda de tratamientos

La cocaína desbanca al alcohol como la droga con más demanda de tratamientos

El paciente tipo es un hombre joven, con estudios básicos, con trabajo, y que vive en pareja o con sus padres

ALFONSO TORICES

MADRID.

Jueves, 28 de junio 2018, 22:29

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El relevo generacional ha dado un vuelco a la radiografía de la adicción a sustancias estupefacientes en España. La cocaína, por primera vez, ha desbancado al alcohol como la droga que registra más demandas de tratamientos de deshabituación, según el informe que elabora el Observatorio Proyecto Hombre con la colaboración de La Caixa. Uno de cada tres ciudadanos que llamó en 2017 a la puerta de Proyecto Hombre, una organización que ayuda a dejar sus adicciones a 16.000 personas en 15 autonomías, tenía como principal problema el consumo de cocaína. Los pacientes enganchados a esta sustancia fueron el 34,3% frente al 31% que precisó salir del infierno del alcohol. Algo inédito en los 34 años de historia de la organización, en la que solo hace cinco años la demanda de tratamiento por alcohol alcanzó el 41%. Además, es una tendencia creciente. En un solo año aumentaron tres puntos los solicitantes de tratamientos para huir de la cocaína.

Las razones, además de en el cambio de hábitos generacional, hay que buscarlas, según estos expertos, en un aumento del consumo en toda Europa -donde hay más disponibilidad de esta sustancia por una mayor producción-, en una mejora económica tras la crisis, en un descenso de la percepción del riesgo entre la población, y en la aceptación normalizada de su consumo en ámbitos laborales y familiares. Lo que el informe descarta es el mito de que se trata de una droga utilizada por las clases medias y altas. El perfil del adicto que pide ayuda es el del ciudadano común. «Consumen cocaína todas las clases sociales. Las personas a las que tratamos pueden ser uno de tus familiares o tu vecino», aseguró Félix Rueda, experto de Proyecto Hombre.

El consumidor tipo que busca ayuda es un hombre, de entre 35 y 36 años, que vive en pareja -el 27% con hijos- o con sus padres, que tiene estudios básicos, y que ha contado con un empleo de forma habitual pese a que toma esta droga desde hace unos 16 años. Hay ejecutivos y catedráticos, pero las dos terceras partes trabajan en el sector servicios -comercio, hostelería, vigilancia, mensajería, cuidados, etc.- y en la industria y la construcción. De hecho, el 43% no tiene estudios, el 48% solo cuenta con los básicos, y solo el 8% es universitario.

La prevalencia de los hombres es aplastante, el 88%. El consumo de cocaína es una adicción en la que los varones le sacan 10,8 puntos a las mujeres, que sin embargo tienen un alto consumo excesivo de alcohol, 16,4 puntos más que los varones.

La segunda característica es la juventud. El 53% de los demandantes de tratamiento tienen entre 29 y 39 años y la cocaína también es la principal adicción entre los de 18 a 28 años que piden ayuda. En concreto, entre el colectivo juvenil afecta al 32% de los demandantes, seguida por el cannabis, con el 26%.

La tercera característica de estos pacientes es una mayor estabilidad social que en adicciones como el alcohol o la heroína, sin apenas enfermedades crónicas ni causas judiciales pendientes, con notable apoyo socio-familiar y frecuentes responsabilidades laborales y familiares.

Las dos terceras partes de los adictos habían tenido un trabajo habitual y a tiempo completo en los tres años anteriores al inicio de su tratamiento, lo que supera en casi 20 puntos la situación laboral media de usuarios del resto de sustancias. Incluso en su momento más bajo, un mes antes de acudir a pedir ayuda a Proyecto Hombre, el 46% seguía manteniendo el empleo. Estas características son las que hacen que Proyecto Hombre considere que es «imprescindible» una intervención preventiva en el ámbito laboral, para una detección precoz y un pronto inicio del tratamiento.

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