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R. C.
Martes, 14 de noviembre 2017, 00:40
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Lérida. La Audiencia de Lérida acordó ayer el sobreseimiento de la causa contra los padres de la niña Nadia, que estaban acusado de los presuntos delitos de exhibicionismo y pornografía infantil, al considerar que no hay «indicios mínimamente sólidos», lo que evitará que finalmente sea juzgado tal y como estaba previsto, después que la semana pasada el juez de instrucción de Seo de Urgel acordó la apertura de juicio oral.
En la resolución, a la que tuvo acceso Europa Press, el tribunal de la Audiencia considera que no existe delito de exhibicionismo en que los padres de Nadia, Margarita Grau y Fernando Blanco, mantuvieran relaciones sexuales en la misma cama que la niña, en ese momento de unos cinco años, porque ella «estaba dormida y situada de manera que no tenía visión directa de sus padres».
Asimismo, el tribunal rechaza que se produjera un delito de pornografía infantil, porque en las diez fotografías en que aparece la niña desnuda no hay «un inequívoco contenido sexual», además de que cree la versión de los padres -acusados en otra causa por estafa al recaudar ayudas para la enfermedad de su hija- de que las fotografías del cuerpo tenían fines médicos al estar junto a otras de erupciones cutáneas y sarpullidos.
De esta manera la Audiencia leridadana decidió archivar la causa atendiendo el recurso presentado por los padres, que sostienen que nunca llegaron a mantener relaciones sexuales en presencia de su hija menor de edad, hallándose ella despierta, ni que las fotografías de la menor tuvieran una finalidad sexual y menos aún un carácter pornográfico. Las fotografías fueron intervenidas a los progenitores, que residían en la localidad de Fígols i Alinyà, por los Mossos de Escuadra, dentro de la investigación por la presunta estafa a donantes que aportaron dinero para tratamientos de una supuesta enfermedad de la niña.
En el proceso de instrucción de la investigación por estafa, el juez acordó prisión provisional comunicada y sin fianza para el padre y libertad provisional con suspensión de la patria potestad de la menor para la madre, por lo que la niña fue trasladada a Mallorca con una tía materna. Según la acusación, los padres de la menor, que se investiga si realmente sufría una enfermedad rara, gastaron en fines particulares ajenos al tratamiento al menos 600.000 de los 918.000 euros que recaudaron en donativos para la niña desde 2008.
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