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El coleccionista Luis Paulo Montenegro, junto a su esposa Carol Aguiar, presenta la exposición. EFE
Amor al arte al primer golpe de mazo

Amor al arte al primer golpe de mazo

El empresario brasileño Luís Paulo Montenegro elige España para mostrar por primera vez su fabulosa colección

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Martes, 20 de febrero 2018, 01:14

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Hace 19 años Luís Paulo Montenegro no tenía «ni idea» de arte y tampoco tenía ningún cuadro. Hoy atesora una colección fabulosa con más de quinientas piezas que recorren el último siglo y que nunca antes había exhibido en público. Ganador del premio al coleccionismo de ARCO 2018, el empresario brasileño ha elegido España para mostrar por primera vez sus tesoros. En las salas de la Fundación Banco Santander se pueden contemplar más de 200 piezas de un centenar de creadores muy diversos. Una colección inédita que refleja «una historia de amor por el arte» que comenzó en 1999, «en una subasta y al primer golpe de mazo», según confiesa Montenegro.

Rodrigo Moura es el comisario y responsable de ‘Visiones de la Tierra. El mundo planeado’, un inédito recorrido por el modernismo, el concretismo y el arte contemporáneo brasileño e internacional a través de la pintura y la escultura. Una propuesta que el comisario concibe «como un museo de arte contemporáneo que cubre cien años».

Son en total 217 obras de 107 artistas de ambas orillas del Atlántico, el 65% brasileños y el 35% de otras nacionalidades. Dividida en diez espacios, incluye a los grandes y más cotizados creadores brasileños y latinos, como Alfredo Volpi, Lygia Clark, Lygia Pape, Wifredo Lam, Torres García, Lucio Fontana, Hélio Oiticica, Claudi Bravo, Vik Muniz, Cildo Meireles, Doris Salcedo o Ernesto Neto. Sus obras cuelgan junto a las de grandes artistas internacionales como Alexander Calder, Ernesto Giacometti, Andy Warhol, Willem de Kooning, Manzoni, o Mona Hatoum. No hay españoles en la selección de Moura.

«Nunca imaginé, cuando entré por primera vez en una importante subasta de arte brasileño, que saldría de allí con la obra de la portada del catálogo. En un impulso, levanté el brazo y me adjudiqué la pieza. Cogí a los presentes y a mí mismo por sorpresa». Así explica el hoy conocido coleccionista cómo adquirió ‘Índia Carajá’, de Cândido Portinari. «Fue amor al primer mazazo. El coleccionismo de arte había entrado en mi vida y ya nunca saldría», recuerda risueño el empresario.

Montenegro es uno de los grandes emprendedores de su país. Es vicepresidente y socio del Grupo IBOPE, una suerte de CIS de titularidad privada que emplea a más de cuatro mil personas en dieciséis países y que su familia controla desde 1947.

Coraje y aprendizaje

«Coleccionar es un acto de amor, de coraje y aprendizaje», dice Montenegro, reconociendo que «hace dos décadas no tenía ni idea» y que aún hoy «compro por encantamiento». «Ahora disfruto de algo más que de los quince minutos de fama de los que hablaba Warhol, y lo hago en uno de los centros más potentes del mundo del arte, como es Madrid», se felicitó. «En estos años, además de obras, coleccioné nuevos amigos, todos los que forman parte del mundo del arte, que me enseñaron a recorrer mi propio camino y, por qué no, mi propia identidad», agradece.

‘Visiones de la Tierra’, el primer título de la muestra, alude al núcleo de una colección que se interesó primero por el modernismo brasileño y luego por el arte latinoamericano y el concretismo brasileño e internacional. ‘El mundo planeado’ se refiere al arte contemporáneo y a las obras de las vanguardias neoconstructivistas brasileñas, «que se desdoblan en un interés por el constructivismo a escala global», según el comisario.

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