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Encina singular en el carrascal de Villarroya. :: sonia tercero
El bosque viejo después  de la dehesa abandonada

El bosque viejo después de la dehesa abandonada

J.S.

Sábado, 15 de abril 2017, 23:40

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La singularidad del carrascal de Villarroya (próximo al pueblo del mismo nombre) radica en que está establecido sobre una llanura de la montaña mediterránea sobre sustratos silíceos y es único en La Rioja. El abandono durante más de cincuenta años de los aprovechamientos tradicionales de la antigua dehesa ha favorecido una regeneración importante del arbolado. Actualmente encontramos un bosque viejo de carrasca con numerosos ejemplares centenarios trasmochos, abundante madera muerta en pie y en el suelo en diferentes estadíos de evolución y zonas con carrascas jóvenes producto del rebrote. Algunos terrenos en los que el encinar quedó prácticamente deforestado fueron repoblados con pino negral o rodeno.

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