El obispo escribe sobre la falta de vocaciones

Ha escrito el obispo: «La mejor medicina contra la falta de vocaciones sacerdotales, contra la crisis vocacional, es renovar nuestras parroquias y comunidades para realizar nuestra fe y su impulso misionero. Nuestra Iglesia y nuestra sociedad siguen necesitando buenos curas que sean 'hombres para los demás'. Unidos, roguemos al Señor de la mies que envíe trabajadores a su mies». (Pueblo de Dios, n. 362).