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«Poner voz a las mujeres tiene algo que ver con una misión literaria»

La autora aragonesa novela la historia de los amantes de Teruel en 'El beso que no te di', libro que hoy presenta en el centro Ibercaja (20 h.)

E. ESPINOSA

Miércoles, 15 de marzo 2017, 23:53

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Se cumplen 800 años del trágico destino de los amantes de Teruel y la escritora Magdalena Lasala (Zaragoza, 1958) aprovecha el aniversario para recrear en su última novela la relación de Isabel de Segura y Diego de Marcilla, al tiempo que los convierte en símbolos fundacionales de Teruel.

El de los amantes de Teruel fue un amor muy transgresor.

Sí, porque reclaman el derecho a amarse a la luz de todos y en aquel momento el suyo era un amor prohibido por las diferencias sociales.

Leyenda o verdad histórica. ¿Importa dónde se enmarca esta relación?

Yo parto de una certeza sincera y es que debajo de toda leyenda subyace una semilla de verdad. He querido indagar en esa semilla y reconstruir todos los pedazos de una historia que no es solo la de ellos; es la historia de un Teruel de reciente creación, de toda una época.

¿Lo más complicado de ese proceso de reconstrucción?

Dibujar el perfil psicológico de los protagonistas para presentarlos como seres de carne y hueso. El personaje de Isabel me interesaba porque, siendo una mujer de su tiempo, sin embargo no renuncia a sus emociones ni sentimientos. Además, al construir ambos personajes tuve muy presente que ellos venían a carnalizar los símbolos fundacionales de la ciudad de Teruel: el toro y la estrella. Diego es ese toro que transgrede, abre caminos y se revela al destino impuesto, e Isabel es la estrella llamada a iluminar los destinos.

¿Cuál es la mayor licencia que se ha permitido en la novela?

Solucionar a través de una relación epistolar el distanciamiento de los amantes durante los cinco años en los que Diego participa en la batalla de Las Navas de Tolosa. Ahí construyo varias cartas que les permite enviarse noticias con sus sentimientos y sueños, al tiempo que relatan sus propias realidades.

De los personajes que protagonizan sus libros (Almanzor, Abderramán III, Maquiavelo, Doña Jimena, Zaida...), ¿con quién ha conectado mejor?

Recuerdo con muchísimo cariño la figura de Wallada, la princesa omeya independiente y precursora en su tiempo. También me gusta Hipatia de Alejandría o la propia Doña Jimena, un personaje oculto tras el mito de El Cid.

Curiosamente todas son mujeres.

Ponerles voz tiene algo que ver con una misión literaria; es como dar voz a esa otra mitad de la historia que quedaba por contar y es también una tarea de justicia. Además, tengo constatado que los personajes femeninos más importantes surgen en los cambios de época.

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