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La modelo Joana Sanz, con un diseño de Custo. :: afp
Custo deslumbra en  su estreno en Madrid

Custo deslumbra en su estreno en Madrid

El buen hacer de Marcos Luengo y Malne destaca en una jornada amenizada por Medina Azahara, que acompañó el desfile de Juana Martín

GLORIA SALGADO

Domingo, 26 de febrero 2017, 23:43

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madrid. Marcos Luengo desperezó a los asistentes a la tercera jornada de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid con su estreno en la pasarela madrileña. Su colección, atemporal y colorista, está confeccionada con líneas limpias y cortes impecables sobre materiales nobles como la doble faz de cordero y la toscana con aplicaciones de latón en oro viejo. Amplias prendas exteriores que abrazan en mohair o lana cocida para una mujer extremadamente elegante que luce indistintamente faldas evasé o pantalones anchos en lana o terciopelo, optando por sofisticados vestidos en crepe pesado combinados con gasa y aplicaciones de plumas de oca para una noche en tonos mostaza, violeta, fresa y petróleo.

Ailanto transportó hasta la Patagonia argentina. Los hermanos Iñaki y Aitor Muñoz se han inspirado en los gauchos para su colección más romántica, en la que han destacado unos magníficos abrigos en paño de lana virgen y mohair imitando a los ponchos y las piezas con mangas en forma de trompeta. Una mujer a la que Ulises Mérida convirtió en diosa 'made in Spain'. El manchego fusionó su estilo inconfundible de alfombra roja con una mezcla de texturas caóticas en siluetas voluminosas que dio muy buen resultado, como el PVC con el punto a mano o red con satén de seda.

La jornada vespertina comenzó con Juana Martín. La cordobesa fusionó los patrones de los 80 con un tributo al rock andaluz, no en vano su propuesta estuvo amenizada en directo por la banda Medina Azahara. Cortes ceñidos al cuerpo resaltan la cintura, con volantes estratégicamente colocados y faldas muy cortas que se adornan.

La sorpresa de la anterior temporada, Malne, optó por una línea continuista avalada por la buena acogida que obtuvieron, pero con una versión más libre y divertida tomada de los años 70 londinenses. La discreción tampoco acompañó a Maria Ke Fisherman con su regreso a finales de los 90 para recuperar la estética de los barrios marginales, cuando los jóvenes no se desprendían del plumífero, el chándal con la bandera de España y la gorra. Rescatan el espíritu de las olvidadas tribus urbanas, y, por su colaboración con Bridgestone, también los uniformes de los empleados de los talleres de los 70, recreados gracias al buen hacer de las monjitas del Convento de Huelva.

Un novato en Cibeles abrió y otro cerró. El encargado de bajar el telón fue Custo Barcelona, recién llegado de Nueva York. Presentó una oda a la individualidad con el brillo como hilo conductor. El color queda matizado por el resplandor de cada tejido, entre ellos el lamé tornasolado, texturas gofradas con destellos de metal y redes de lúrex. Los abrigos y chaquetas se sobredimensionan creando piezas macro para cubrir las aberturas de los mínimos vestidos, mientras que en hombre las prendas tienen un acabado deportivo.

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