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Santi Balmes, cantante de Love Of Lesbian. :: l.r.
«El concierto será emotivamente subido, no se tiene que notar el frío»

«El concierto será emotivamente subido, no se tiene que notar el frío»

Love Of Lesbian encabeza hoy el primer concierto grande del Actual 2017, antes de iniciar su gira por salas

Sanda Sáinz

Viernes, 6 de enero 2017, 10:53

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Love Of Lesbian actuará esta noche en el Palacio de los Deportes de Logroño con Elefantes y The Owl Project. Será el primer concierto grande del Actual 2017. Santi Balmes, cantante de Love Of Lesbian nos habla sobre la banda.

-¿Cómo está resultado vuestro último disco, 'El Poeta Halley'?

-Ha supuesto muchas cosas y todas positivas. De momento, entrar en el número 1 nos sorprendió porque es un disco que, a priori, consideramos que era complicado. La gente lo recibió superbien, tenía esa receptividad que nosotros pedimos al fan en un momento dado porque a veces no lo ponemos fácil. Son canciones engañosas que parecen comerciales pero puedes encontrarte con un single de seis minutos de duración, anti-radiofónico. Todo lo que nos ha traído ha sido positivo. No teníamos previsto un disco para crecer de una manera cuantitativa porque ese crecimiento ya lo habíamos hecho en otras épocas, simplemente queríamos disfrutar de los directos, de que la gente nos dijera 'Oye, mira, es un disco que puedo escuchar de pe a pa'. Objetivo cumplido.

-En noviembre habéis estado en México, ¿qué tal os fue por allí?

-México es una de nuestras plazas más fuertes. Es un país que incluimos en la gira sin dudarlo. Al contrario de España, donde estamos en un momento muy dulce y a la vez muy inestable (el crecimiento es poco), allí puedes ver cada año cómo el público se multiplica por dos.

-Entonces la visita fue fructífera.

-No hay duda. En tres años en México hemos hecho un crecimiento increíble. La gente allí es espectacular, supercariñosa, nos han adoptado... Siempre hay tres o cuatro grupos españoles en cada generación que forman parte de su circuito musical y nos han elegido a nosotros. El primer concierto que hicimos de esta gira ya fue en México a modo de agradecimiento.

-Para este año tenéis anunciadas diferentes fechas en salas, pero comenzáis en un recinto grande como es el Palacio de los Deportes de Logroño. ¿Qué tenéis previsto para esta noche en Actual?

-Se podrá apreciar una cierta transición hacia dónde vamos, pero en un festival la gente va a lo que va. Luego puedes explicar monsergas intelectuales, pero el público lo que quiere es muy claro: que no note el frío. Para eso el concierto tiene que ser emotivamente subido, no se puede hacer lo mismo que en una sala porque, hasta cierto punto es estúpido. Son dos formatos completamente diferentes. Nosotros tenemos ganas de empezar la gira por salas pero no debemos olvidar que hay un tanto por ciento de gente que acude a un festival que consideramos que aún tenemos que convencer. No está todo el pescado vendido y mucha gente no te va a hacer caso en un momento dado. También partimos de ese punto pesimista que nos motiva a ganar al indeciso. Creo que la diplomatura con la banda que te gusta la tienes cuando vas a un concierto de dos horas en el que participas en la geografía, los altibajos a nivel rítmico y de intensidad, que para mí son muy necesarios. Lo que no puedes aspirar es a hacer todo eso concentrado en una hora porque resulta demasiado esquizofrénico. Tienes que decidirte, por desgracia.

-¿Cómo definirías la música de Love Of Lesbian?

-Es la voz de nuestro inconsciente y nuestro corazón. Igual queda un poco pedante decir eso, pero de alguna manera es nuestro diario personal, pasado a la música. Es tan sencillo como eso. Depende de cómo elabores tu diario personal, si lo haces de una manera honesta o no. Creo que lo hacemos a partes iguales de forma honesta y fantasiosa porque la fantasía de cada uno también pertenece a su ADN. Es tan valido lo que hayas soñado como lo que hayas vivido. Es parte de ti y define tu personalidad.

-La crítica especializada califica vuestros conciertos como espectaculares, ¿cómo lo lográis?

-Somos una banda que no se ha cerrado en su propio rollo, hemos intentado, al lado de la mesa de monitores, ver a los grupos que tocan anteriormente, la vibración que dejan. Estas cosas nos sirven para plantear el tipo de concierto que queremos hacer. Vamos a ser realistas, la gente no va a estar igual después de un concierto de Franz Ferdinand o de Depedro. Hay otro tipo de frecuencias que influyen. En el caso de que te toque a ti vas a tener que tomar nota y casi plantear una especie de estrategia como quien saca a jugadores para un partido especial de la Champions o según está el terreno. Es casi un juego estratégico, napoleónico. Pero eso nos ha servido para seguir mejorando y en cada concierto, en cada festival intentamos absorber todo lo que tenemos alrededor, desde el montaje de luces a la disposición escénica de las demás bandas, cogiendo lo mejor de lo que nos ha gustado. Obviamente, sin perder nuestra esencia.

-En 2017 cumplís 20 años, ¿tenéis planteada alguna celebración?

-No soy para nada protocolario en ese sentido. Hay gente en la banda que sí, que lo está recordando. A mí me da mucha pereza porque estos aniversarios me hacen sentir mayor, que lo mejor ha pasado y que ahora lo único que puedes hacer son 'revivals', con lo cual me niego bastante, pero al final caeré y algo haremos. Yo no creo que lo plantee, serán los demás porque en ese aspecto no soy nada nostálgico.

-En La Rioja tardasteis bastante en venir a tocar a pesar de estos veinte años de actividad.

-Sí, son veinte años pero nuestra época en inglés para mí fue como otra banda y no sirven, no computan. Es como si hubiésemos cambiado de la acuarela a la escultura. Entonces grabábamos casi maquetas, que fueron considerados discos porque los sacaba una discográfica que nunca pagaba dinero por ellos. Se grababan en inglés con unas perspectivas mínimas, con lo cual, el cambio que se produjo al castellano para mí es el nacimiento de otro grupo. Así que llevamos diez años y lo otro fue otra banda.

-¿Qué supone ser cabeza de cartel en un festival como el Actual?

-Es una sensación de dulce estabilidad. El único problema que tiene es contarle a tus hijos que te vas para Reyes (risas).

-El álbum 1999 supuso un punto de inflexión en vuestra carrera, ¿qué supone para vosotros?

-Es como la primera expedición a la luna. Recuerdo que se inició como si vas en una nave espacial que va a cien kilómetros por hora y alcanza la velocidad de la luz a medio trayecto, cosa que nos tambaleó a todos, nos hizo ver que la banda había adquirido una situación nueva y estábamos entrando en otra dimensión con mobiliario diferente al que te tienes que habituar. Estamos muy agradecidos a ese disco, es uno de nuestros activos, tiene canciones que siguen gustando y creo que no nos cansaremos de escucharlas o de tocarlas. Es el disco que toda banda sueña con tener, el de inflexión. Está el disco de debut y luego el de explotar que siempre ha habido.

- ¿Algún mensaje para el público del Actual?

-Se tienen que tomar el festival como su regalo particular de Reyes en el cual vamos a conseguir hacer una especie de oasis dentro de la temperatura, un oasis psíquico que les recordará que. lo bueno siempre está por llegar.

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