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JOSÉ MANUEL LEÓN MELIÁ
Lunes, 24 de octubre 2016, 00:17
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La segunda jornada de la Seminci vallisoleta propuso una mirada furibunda y emotiva hacia conflictos desgarradores cuyas víctimas de los desmanes, a modo de daños colaterales, terminan siendo la gente de a pie, personas ajenas o involucradas de algún modo que sin pretenderlo se ven inmersos en situaciones violentas. La película egipcia, 'Eshtebak', dirigida por Mohamed Diab, se hace eco de las sangrientas grescas surgidas de los graves acontecimientos nacidos de la primavera árabe para proponer un agitado y tenso avispero en tono metafórico utilizando un sólo escenario, un furgón policial, para meter dentro, tras una algarada callejera de protesta entre los afines a los hermanos musulmanes y otros a favor de los responsables del golpe de estado, a un nutrido y heterogéneo grupo de manifestantes que aún encerrados en un espacio irrespirable donde en todo momento se palpa y se siente el conato no deponen sus atribuladas pasiones en favor de un consenso liberador.
Largometraje valiente desde el punto de vista técnico: una única localización de apenas veinte metros cuadrados. Una dirección notable y excitada. Un planteamiento coral y descripción de todo tipo de emociones que estallan al rebufo de instantes crispados en los que la cercanía de los personajes provoca estallidos paranoicos que expresan la contradictoria alegoría de un levantamiento furioso que dejó un descontento cainita que el espectador en vez de visionarlo desde la calle lo ve de una manera tan directa y opresiva, sin alardes, como si fuera el reportaje de 'cinema verité' que uno de los personajes, periodista, filma con la cámara que lleva en su reloj.
La veterana cineasta francesa, Anne Fontaine, presentó el filme, 'Les innocentes', una historia de corte humanista, rodada con gusto y delicadeza, muy profesional, y acomodando su formulismo a un modelo de cine que no nos es ajeno y a fin a un discurso un tanto académico y complaciente. La acción se sitúa en 1945. En los rescoldos de la II Guerra Mundial. A las afueras de Varsovia, un convento de monjas de clausura ha sido atacado salvaje y miserablemente por soldados rusos. Han violado a las religiosas. Una de ellas está a punto de parir. Una de las internas decide buscar ayuda entre los miembros de la cruz roja que todavía quedan en la ciudad. Mathilde, médica ilusionada y entregada a causas humanitarias decide ayudarlas pese a la severa y amarga reticencia de la madre superiora. El filme, cauteloso y cómodo de ver, se decanta por el drama para en su progreso narrativo ir haciendo amigos y enemigos, casi de tendencia maniqueísta, subrayando el encadenamiento de tragedias, invasión nazi, llegada brutal soviética y, en el contexto del interior del monasterio, unas rígidas y férreas costumbres y rituales religiosos muy impermeables que socavan el entusiasmo de la cooperante Mathilde, perpleja y atónita por la oscuridad moral de la madre superiora y las dificultades que encuentra para poder ayudar y socorrer a unas jóvenes novicias atemorizadas por sentimientos enfrentados, por una parte, su vocación como misioneras de Dios y por otra un embarazo que las convierte en madres. Sin duda, a mi juicio, es la mejor parte de, 'Les innocentes', el grado de dudas y reflexión que se les abre a las chicas, que además ignoran el destino de los niños al nacer.
La argentina 'El ciudadano ilustre', como buena película de un escritor estancado durante cinco años sin encontrar inspiración para su nueva ficción, está dividida en capítulos. Daniel vive recluido en su fortaleza de Barcelona. Alérgico a la fama. De todas las invitaciones que recibe, se le ocurre aceptar la de su pueblo, Salas (Argentina) pensando recuperar las raíces de su municipio y rendir pleitesía a la gente que inspiró sus novelas. Una vez que llega allí no se imagina que tal decisión va a convertirse en una pesadilla de resentimientos y rencor, además de poner en solfa sus contradicciones, haciendo aquello que por decreto se negaba a admitir. Filme que coloca al espectador en la tesitura de debatir si lo que le sucede al escritor es realidad o motivo de su imaginación.
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