Borrar

La RAE rescata las páginas que Cela autocensuró en 'La colmena'

La edición académica de la gran novela coral incluye los escabrosos pasajes que el Nobel se negó a recuperar en las ediciones posteriores

MIGUEL LORENCI

Jueves, 29 de septiembre 2016, 01:39

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Madrid. Camilo José Cela (1916-2002) fue censor -nada estricto y por razones alimenticias, según sus valedores- pero sufrió en carne propia el rigor de la censura. La implacable instancia franquista ya había prohibido 'La familia de Pascual Duarte', su primera obra maestra, y no tuvo piedad con la segunda. Por más que su autor hubiera pertenecido al cuerpo de censores, vio prohibida 'La colmena', su gran novela coral en 1946, y decidió esperar hasta 1951 para publicarla en Buenos Aires, al amparo del sello Emecé.

A los cien años del nacimiento del Nobel gallego, la Real Academia Española y Alfaguara publican una edición conmemorativa que incluye los pasajes cercenados por los censores y los que el propio Cela suprimió, sin que se tenga una razón clara de sus razones para autocensurarse.

«No hay manera de saber qué impulsó a mi padre a suprimirlos y por qué decidió que jamás se reintegraran ni en la edición que dio por definitiva en sus obras completas ni en ninguna otra», explicó ayer Camilo José Cela Conde, nacido en Madrid el 17 de enero de 1946, diez días después de que su padre entregara al censor la primera versión de 'La colmena'.

Cela Conde no descarta que su padre, buen conocedor del paño censor, «incluyera esos pasajes como cebo, quizá para captar la atención de los censores y evitar así que mutilaran otros». «Pero es una mera hipótesis», apunta el hijo de laureado escritor gallego. Ni a él ni al catedrático Jorge Urrutia les chirría que el Cela censor fuera víctima de la censura. «Cela no está confabulado con el sistema. Es un funcionario, un censor blando encargado de vigilar boletines odontológicos y parroquiales, no las obras de Pedro Laín. Que Cela fuera censor es una anécdota. Lo importante es la grandeza de sus obras», destaca Urrutia.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios