Borrar

«No he vivido el sueño americano»

Ewan McGregor debuta como director con 'Pastoral americana', una fallida adaptación de un novelón de Philip Roth

OSKAR BELATEGUI

Sábado, 24 de septiembre 2016, 01:18

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Ewan McGregor tiene el honor de ser el Premio Donostia más joven en la historia del festival. Recogió el galardón hace cuatro años, cuando presentó 'Lo imposible' y demostró su campechanía como buen escocés. A los 45 años, regresa al Festival de Cine de San Sebastián con su primera película como director. Nada menos que la adaptación de 'Pastoral americana', el novelón de Philip Roth premiado con el Pulitzer.

«Es la historia de una familia, pero también la de América», resume el actor, que se reserva el papel protagonista. Seymour Levov, apodado 'El Sueco', es la encarnación del sueño americano de posguerra. El capitán del equipo del instituto, que tras servir en el Ejército se casa con la reina de la belleza (Jennifer Connelly) y se hace cargo del próspero negocio familiar. El sueño se convertirá en pesadilla cuando su hija se una en 1968 a un grupo opuesto a la intervención norteamericana en Vietnam.

Durante una de las escaramuzas, una persona muere al estallar una bomba y la joven tiene que huir. A partir de entonces la vida del 'Sueco' se desmorona. ¿Qué ha ocurrido -se pregunta Roth- para que la hija de una buena, patriota y tradicional familia estadounidense se convierta en una prófuga de la justicia? «Yo tengo cuatro hijas, y sentí que la novela reflejaba a la perfección el sentimiento de ser padre, aunque Roth no lo sea», explica McGregor, que llevaba años queriendo interpretar al 'Sueco' y aceptó el encargo de dirigir el filme. La estrella de 'Moulin Rouge' quizá haya pecado de demasiada ambición a la hora de ponerse tras las cámaras. El material de Roth hubiera necesitado a un director más experimentado para controlar el tono de esta acta de defunción del sueño americano, que en el pase de prensa fue recibida con alguna sonrisa en momentos pretendidamente dramáticos. En el festival de Toronto también recibió malas críticas.

El actor quiso empaparse de la literatura de Philip Roth y se pasó nueve meses escuchando el audiolibro de 'Pastoral americana' cuando iba en coche o corría. «La película le ha gustado a Roth, le ha dedicado grandes cumplidos. Menos mal, porque si no hubiera sentido que he fracasado».

«Fanático de las motos»

El escocés, que confiesa haber atravesado años salvajes por culpa del alcohol, conoce bien la historia de la que habla Roth. «Vivo en Los Ángeles desde hace ocho años. Y soy muy feliz allí. No creo que 'Pastoral americana' hable de ese concepto del sueño americano como nirvana, porque muestro la pobreza y la discriminación. No creo que yo esté viviendo esa visión idealizada que tenían en la posguerra».

Fanático de las motos, con las que ha dado la vuelta al mundo como atestiguan los documentales de aventura que ha protagonizado, acaba de llegar del norte de Irak, donde ha visitado campos de refugiados. «No fui por sentido aventurero, porque es algo deprimente. También he estado con unos periodistas en Nepal, India y Congo grabando documentales para la BBC. Ser embajador de Unicef es algo de lo que me siento muy orgulloso», dice McGregor, quien cree que Estados Unidos sigue viviendo tiempos convulsos, como los conflictos raciales entre negros y blancos.

El cineasta no se siente un astro de Hollywood. «Aunque vivo en Los Ángeles, llevo la típica vida en los suburbios, llevando los niños al colegio, quedando con otros padres... Parece que la vida en Los Ángeles es como una fiesta de hip hop de 24 horas, pero a mí nunca me han invitado. Tampoco me ofrecen películas de superhéroes y cosas así», apostilla.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios