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SERGIO MARTÍNEZ
Domingo, 11 de septiembre 2016, 00:36
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3 de septiembre del año 2016. El virus zombi se está extendiendo por todo el mundo y la Logia del Crepúsculo de Plata llega a la ciudad de Logroño con la intención de propagarlo, pero la hermandad de los Hijos de la Luz le sigue los pasos para intentar impedirlo. Todo un argumento de película que la capital riojana vivió anoche con 'Survival Zombie', un gran juego en el que participaron más de 1.500 personas y que convirtió a la ciudad, del crepúsculo al amanecer, en un escenario post-apocalíptico
La aventura comenzó en el paseo del Espolón una hora antes de la medianoche, ese momento mágico en cualquier historia de terror. Los supervivientes acudieron a la cita y tomaron partido por uno de los bandos de la historia después de un espectacular inicio en el que el fuego fue el protagonista. Mucho antes, desde las seis de la tarde, el pabellón de Lobete, centro neurálgico del evento, comenzó a recibir a los participantes, que recibieron un mapa de la ciudad con los lugares clave, un pañuelo verde que los identificaba como supervivientes y una ficha en la que marcarían su progreso en el juego. Además, no faltaba la ropa deportiva para escapar de las hordas de zombis.
«No se muy bien lo que esperar pero vengo con ganas de pasarlo en grande y aguantar hasta el final», comentaba Sheila, una de las supervivientes logroñesas. Parte del éxito del evento ya se había conseguido antes de empezar, con una gran respuesta del público riojano, que acabó elevando la cifra de participantes por encima de los 1.500, cuando la organización estimaba para este evento un millar. Tampoco faltaron jugadores veteranos llegados desde otros puntos de España como Valencia, Madrid, Bilbao, Toledo o Barcelona, con la intención de vivir una nueva aventura y, de paso, conocer La Rioja.
«Survival Zombie supone sentirse protagonista de tu propia película. Es una experiencia en la que entran en juego muchos factores como la interacción con los personajes de la historia, la búsqueda de pistas, la espectacularidad de las escenas o los múltiples detalles que se presentan a los supervivientes en las pruebas», explicaba horas antes del comienzo María Elena Morillas, directora del evento.
Todo en el juego es inmersivo, tratando de que los participantes entren en la historia, que se crean sus personajes, guiados por las figuras de una trama hilada al milímetro que incluía variadas pruebas y que concluyó a las siete de la mañana. Uno de los factores fundamentales fue el trabajo de maquillaje y caracterización, capaz de fabricar zombis en pocos minutos. Esos que acosaron desde el primer momento a los supervivientes de diferentes maneras, unos participando en escenas, otros agrupados en lentas pero imparables hordas y los zombis más peligrosos y veloces, los llamados 'zetas', exprimiendo al máximo a los participantes hasta que encontrasen uno de los puntos seguros de la ciudad.
«Es un evento vivo, en el que la historia evoluciona y los jugadores con ella», recalcaba María Elena Morillas. Con expectación y algo de nervios comenzó una noche en la que muchos supervivientes cayeron por el camino, convirtiéndose en los antes temidos zombis. Sólo unos pocos sobrevivirían, pero todos disfrutaron de la inolvidable noche de los muertos vivientes.
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