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J. SAINZ
Domingo, 31 de julio 2016, 23:42
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«Uno, al nacer, es ya un proyecto de viejo». En su día Rafael Azcona se tomó con su incontestable sentido del humor habitual la adaptación de 'Las últimas lunas', una tragicomedia escrita en 1992 por el italiano Furio Bordón sobre la vejez, la vida, la muerte y quizás también sobre la rebeldía contra cualquier forma de imposición. El guionista cinematográfico riojano versionó en el 98 aquel texto para el montaje teatral de José Luis García Sánchez que protagonizaría Juan Luis Galiardo. Todos, Galiardo, García Sánchez y el propio Azcona, se sentían atraídos por la obra que había supuesto la despedida de los escenarios de su admirado Marcello Mastroianni antes de morir en 1996. Todos tenían edad y carácter para entender lo que se siente a esas alturas.
Una inquietud parecida es la que ha debido de empujar ahora el actor argentino Federico Luppi, que el pasado fin de semana acaba da estrenar 'Las últimas lunas' en Buenos Aires con dirección de su compañera, la riojana Susana Hornos. Así lo cuenta este diario el veterano intérprete: «Hace años leí una nota sobre Mastroianni en la que él hablaba de la última pieza de teatro que estaba haciendo, 'Le ultime lune'. Decía palabras entrañables sobre el texto, también hablaba de cómo esperaba que el público iba a ser mayor, y se llevó la sorpresa de que la platea estaba siempre rebosante de gente joven, con la emoción entregada y la risa acompañando al personaje del padre».
En la obra, el padre, un viejo profesor jubilado espera en el cuarto prestado de su nieto la llegada del hijo que le llevará a una geriátrico. Está entre la música de Bach y los pósters del Pato Donald que adornan las paredes. Mientras aguarda, habla con su esposa, muerta aún joven, un espíritu idealizado ante el que repasa acontecimientos y achaques; una especie de monólogo desdoblado que permite una dialéctica entre el tiempo presente y el pasado. De ello resulta una reflexión sobre la vejez tan descarnada como lírica y una afirmación que no es posible distinguir si es optimista o terriblemente desesperanzadora: «Los viejos son los verdaderos soñadores».
«Tristemente fue el último trabajo de Mastroianni en teatro antes de morir -recuerda Luppi-. Quise saber quién era el autor y cuando pude conseguir el texto entendí el porqué de cada una de sus palabras».
Furio Bordón, galardonado dramaturgo italiano, escribió una obra sobre la vejez no a la manera trágica, sino con serena ironía, amargura lúcida, tierna y culta resignación tiznada de sarcasmo. Marcello Mastroianni la representó durante dos años y obtuvo los máximos premios teatrales italianos en su despedida de los escenarios. En España la protagonizó el mencionado Juan Luis Galiardo con Carmen Elías.
En la presente versión, estrenada en la porteña avenida Corrientes, en el Centro Cultural de la Cooperación, Luppi está acompañado por el también argentino Ramiro Vayo y la propia Susana Hornos, que además dirige la puesta en escena.
Trabajo en pareja
«Por otros -explica el actor-, falta de tiempo o falta de dinero, siempre hubo inconvenientes para montarla. Los directores en quien había pensado, estaban tapados de trabajo con proyectos personales, pero me di cuenta de que tenía al lado una directora a la que llevo siguiendo cada obra, cada trabajo, y de quien admiro el tesón y la sensibilidad con que se entrega siempre a cada proyecto. Sus compañeras de Trinchera Teatral y el proyecto de la 'Trilogía republicana' sigue en España ahora, así que ella volvía a tener tiempo y decidimos juntos que por fin, era el momento».
Susana Hornos, nacida en Fuenmayor, lleva años trabajando en coo- perativa teatral, haciendo producción, dirección, actuando y escribiendo. Como la describe su compañero, «es mujer orquesta, así que, una vez tomó la batuta como directora, armó un equipo y se encargó de todo». «Dirige con ojo fino y corazón apasionado», añade .
Anteriormente también han trabajado juntos en 'La noche del ángel', también de Furio Bordón; y 'El reportaje', del argentino Santiago Varela, que pudo verse en el 2014 en el Bretón logroñés. De Hornos era también el guión cinematográfico de 'Pasos', película con la que Luppi debutó como director de cine en el 2005.
La directora y actriz afirma que dirigir a su pareja es algo no tan sencillo, debido a los diferentes puntos de vista que pueden tener. «La forma -explica- es hacer y probar para encontrar el camino deseado. Y, en todo caso, es una experiencia extraordinaria, donde siempre vamos reinventando la labor sobre la marcha».
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