El mejor mago del mundo

Un éxito espectacular si tenemos en cuenta que los mundiales de Magia "se celebran cada tres años", y constan de varias categorías: Magia General, Mentalismo, Magia Cómica y Cartomagia. Para ganar el Gran Premio, Héctor tuvo que terminar primero en una de las categorías y de entre los ganadores, el jurado elige al Gran Premio. "El Mundial es un campeonato en el que se reúnen los mejores magos del mundo, por lo que es el mejor premio que te pueden dar siendo mago", señala. "Para mí ha sido una sorpresa", dice con cierta modestia. De hecho, antes de que lo ganara Héctor, sólo otro número español había conseguido el Gran Premio, y de eso hace treinta años. Javier y Ana (Javier Antón y su hija Ana) ganaron el Gran Premio en 1985. Héctor ganó el Gran premio con un número dentro de la categoría de manipulación. "Es una magia muy técnica muy difícil, en la que hay que estar haciendo trampas constantemente y lo dominan mucho los orientales", explica ante de desvelar: "Hago de un ávaro, un personaje de Tim Burton, que llega al escenario descalzo y empiezan a aparecer billetes, pero al final se van todos los billetes y él se queda sin nada".

"La magia de la magia"

Y es que el estilo de Héctor es muy particular. Es una fusión de magia, humor, teatro, mimo, poesía y hasta canta. "Bueno, pero canto muy mal", avisa. "Todos los magos englobamos muchas cosas. El teatro, el mimo, la improvisación, el clown La magia es el arte que engloba todas las artes porque bebe de muchas cosas", señala Héctor. Eso sí, cuando se le pregunta qué es lo más difícil de hacer magia, este mago canario lo tiene claro: "Llegar a un estado zen de no pensar, dejar la mente en blanco y estar presente en el escenario sin pensar en nada más". En ese momento es cuando se consigue que la magia aparezca en el escenario: "Una película se puede ver en cualquier lado, pero en la magia hay un grado escénico que es maravilloso y que sólo se puede vivir en directo", reconoce. "Es la magia de la magia".

La relación de Héctor Mancha con la magia comenzó desde muy pequeño. "Iba caminando por la calle de pequeño, con 9 años. Al fondo había un señor con una pinta rara que se tambaleaba y se acercó, me mordió y me convertí en mago porque él era mago (risas). Bueno, la verdad es que me hice mago porque veía los magos de la televisión y me gustaba. Una caja de magia, un libro, poco a poco me fui haciendo hasta hoy", dice entre risas. Eso sí, aunque confiesa tener muchos maestros, reconoce que Juan Tamariz es un referente nacional de todos los magos. "Es el mejor mago del mundo. Es un semidiós fuera de España y hemos aprendido de él muchísimo porque es una eminencia. Luego están Pepe Carrol, Woody Aragón, Jaime Figueroa, Jorge Blas".

Y es que la magia está muy de moda. Quizá el cine, con la saga de Harry Potter, haya ayudado a que todo el mundo quiera ser mago o ver un espectáculo de magia. "Hogwarts es un mundo mágico, pero no es la magia que nosotros hacemos. Magos eran Merlín, Harry Potter Nosotros somos ilusionistas porque creamos una ilusión, una ficción", señala. Quizá por ello hoy en día sea posible vivir siendo un mago. "En España tenemos muchos magos fantásticos y a la gente le gusta mucho la magia, como queda claro en las grandes ciudades donde hay multitud de espectáculos todas las noches", señala este mago que demuestra su arte en el show 'Magia Reservada'.

Tras ganar el Mundial de magia, el siguiente reto de Héctor Mancha tiene mucho que ver con una de las técnicas que domina, el pick-pocket (robar carteras, relojes, corbatas). "Me encantaría hacerle un truco de magia al rey Felipe VI. A ver si le quito el reloj", dice con tono pícaro.