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Dos visitantes, en la exposición de los mochica. :: Maximo García de la Paz
Los tesoros de los mochica

Los tesoros de los mochica

El director del Museo Larco de Lima destaca la importancia de esta civilización, que detentó la hegemonía en el antiguo Perú durante siete siglos

CARLOS BUENO

Domingo, 5 de julio 2015, 00:57

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«El imperio Inca es la cultura más conocida del antiguo Perú, pero lo es gracias a una operación de marketing, pues solo gobernaron los últimos cien años antes de la llegada de los españoles», explica Andrés Álvarez-Calderón, director del Museo Larco de Lima. Las investigaciones arqueológicas iniciadas en el siglo XX dieron a conocer la existencia de civilizaciones previas a los incas desde 3.000 años antes de Cristo. La mochica es una de ellas, y su supremacía en la región se extendió aproximadamente desde el año 100 hasta el 800 después de Cristo, coincidiendo en el tiempo con el imperio Romano.

Tras su paso por Barcelona, con más de 100.000 visitantes, el centro de exposiciones Caixaforum de Madrid acoge 'El arte Mochica del antiguo Perú. Oro, mitos y rituales', una muestra que hasta el 4 de octubre pretende dar a conocer el modo de pensar y de organizarse en sociedad de esta cultura precolombina a través de sus reliquias.

«No es una exposición para ver objetos, a pesar de su gran belleza», avisa Álvarez-Calderón. Su intención, en cambio, es hacer comprender al público cómo los antiguos peruanos, asentados en torno al río Moche, al norte del país andino, dominaban los recursos hidrográficos y los adaptaban a sus necesidades.

«La mesoamericana es una de las grandes civilizaciones de la historia de la humanidad, como la romana o la egipcia, imprescindible para comprender las sociedades actuales, y la cultura mochica es una parte muy importante de ella», enfatiza el director del Museo Larco.

A través de la observación de las piezas de su arte puede apreciarse la enorme relevancia que tenía la agricultura para ellos, y su relación con la naturaleza, la astronomía, los animales y con otras culturas vecinas como los nazca. Estos pueblos no habían desarrollado la escritura tal y como se conoce en Occidente, pero «hay muchas formas de escribir y los mochica narraban a través de la elaboración de sus obras de arte», dice la arqueóloga peruana Ulla Holmquist. La tarea del visitante es tratar de descifrar la gran cantidad de información que los mochica dejaron 'escrita' en las 200 piezas que el Museo Larco de Lima ha cedido para la exposición.

Las obras de arte hablan de la organización política mochica. El oro, símbolo del sol, y la plata, que representaba a la luna y las estrellas, estaban reservados para la aristocracia. También se conoce su religión a través de las joyas, todas ellas para adornar la cabeza, pues era la parte del cuerpo que, según las creencias mochica, no pertenecía a sus dueños, sino a los dioses.

Excelente conservación

El estado de conservación de las piezas es excelente, a pesar de su antigüedad, pues gran parte de ellas eran ofrendas fúnebres que se enterraban profundamente. Una gran cantidad de piezas de cerámica se han preservado gracias a que la codicia de los colonizadores españoles que expoliaron América y fijaron su atención en el oro y la plata, fundamentalmente.

Está presente en buena parte de las obras expuestas la creencia mochica en la dualidad complementaria, la convicción de que nada existe sin su contrario. La representación de rituales sexuales también tiene cabida en las vitrinas de la sala. Pero libres de cualquier connotación grotesca, son un homenaje a la fertilidad de la tierra, determinante para su sociedad, cuya actividad principal era la agricultura.

Una de las piezas del recorrido ante la que es obligatorio detenerse -si es que hay alguna que no lo sea- es el atuendo fúnebre, uno de los pocos que se conservan, pues son muy vulnerables al deterioro provocado por el paso del tiempo.

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