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Un equipo de expertos paleontólogos y de voluntarios de la zona trabajan desde hace diez días en el hallazgo, que deja el fósil más completo de la especie en España. :: e.p.
Hallan en Muro de Aguas el fósil completo de un rinoceronte de hace 3,2 millones de años

Hallan en Muro de Aguas el fósil completo de un rinoceronte de hace 3,2 millones de años

Un equipo de expertos trabaja desde hace dos semanas en la extracción del esqueleto de un 'Stephanorhinus etruscus'

ERNESTO PASCUAL

Viernes, 3 de julio 2015, 00:57

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Hace 3,2 millones de años, un lago cubría las tierras de montes y barrancos que unen Villarroya, Muro de Aguas y Cornago. Si fuera posible asomarse a aquel tiempo, la tórrida panorámica que encontraríamos sería similar a una llanura africana, como si paseáramos hoy por el parque nacional del Serengueti. Ciervos, hienas, panteras, elefantes, rinocerontes, gacelas, caballos, ratones... convivían en el vergel de una zona tectónicamente muy activa durante el Cretácico y Terciario por la actividad de una falla.

Hace 3,2 millones de años, en el húmedo y cálido Plioceno, un 'stephanorhinus etruscus', un rinoceronte de 2,5 metros de largo y más de 2 toneladas de peso, se acercó a la orilla de ese lago. Era un ejemplar anciano. Murió en la orilla y su cuerpo fue arrastrado aguas adentro, quedando sepultado su esqueleto entre el fango prehistórico. Las condiciones de anoxia (falta de oxígeno) de esa tierra arcillosa facilitaron la mineralización su esqueleto, mutando el hueso en fósil.

Hoy, aquel ejemplar regresa de su descanso bajo tierra para convertirse en un tesoro paleontológico y hacer historia como el ejemplar más completo de esta especie en el registro fósil español. Bajo la coordinación del Servicio de Conservación del Patrimonio Histórico Artístico de la Consejería de Educación, Cultura y Turismo del Gobierno de La Rioja, un equipo de paleontólogos ha sacado a la luz en los últimos días en el término de la Gonzalaba de Muro de Aguas el esqueleto prácticamente completo, a falta de confirmación de un estudio en profundidad, de un 'Stephanorinus etruscus' -a excepción de metápodos y falanges-.

Pese a la gran extensión geográfica que alcanzó la especie por toda la península, los carroñeros despedazaron y devoraron sus restos, lo que dio lugar a que hasta ahora sólo hayan aparecido fragmentos fosilizados. Así ha sucedido en el vecino yacimiento de la Horna de Villarroya, algo más joven, de unos 2,6 millones de años. «La importancia es obvia: no se tiene en ningún otro lugar un esqueleto completo como este», pondera María Elena Nicolás, codirectora de la excavación.

Como en otras ocasiones -también ocurrió en Atapuerca-, la fortuna resultó aliada de la ciencia. Hace una década, las obras de ampliación de la carretera autonómica LR-283 dejaron al descubierto en el talud unos ligeros abultamientos inadvertidos para cualquiera. Pero no para Arsenio Muñoz Jiménez, el gravaleño profesor del departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza que tiene en estas tierras un aula abierta al conocimiento de la historia geológica.

Avisado Patrimonio de La Rioja del hallazgo, la empresa Paleoconsult ponía en marcha los trabajos de extracción. En una primera cata, hallaron las dos patas delanteras y estudiaron su fémur. Todo parecía indicar que el esqueleto podía estar entero.

El pasado miércoles, 17 de junio, la habilidad con la pala de Kiko Rezola, miembro de los Amigos del Museo de Ciencias Naturales de Arnedo, retiraba varios metros cúbicos de tierra. Era el momento de los expertos. Desde entonces, dirigen la excavación el paleontólogo César La Plana, del Museo Arqueológico Regional de Madrid, y María Elena Nicolás, de Paleoconsult, con el equipo de especialistas formado por Marián Galindo, David Sancho y Antonio Martínez y el apoyo de Ángel Carmelo Domínguez, del Centro de Estudios para el Medio Ambiente y la Cultura (Cemac) de Badajoz.

«La emoción y el orgullo son enormes al hallar en la jurisdicción de Muro de Aguas este ejemplar», asiente el alcalde de la pequeña localidad, Pedro J. Sanz, que día y noche permanece en el yacimiento. Junto a él, otros apasionados, como el director del Museo de Ciencias Naturales de Arnedo, Santiago Jiménez. En el anhelo de ambos, contar en el futuro con réplicas del fósil para mostrarlos a los visitantes. De momento, la excavación ha despertado enorme expectación entre los vecinos de la zona, que lo frecuentan y llaman a protegerlo y preservarlo.

Enormes posibilidades

Tras la excavación, exigente sobre todo por las calcitas cimentadas en las articulaciones, el esqueleto se trasladará al laboratorio de Paleoconsult en Madrid, donde los huesos serán limpiados, catalogados, investigados e incluidos en la base de datos.

«Cuando aparece un fósil tan completo, con esta conexión anatómica y en tan buena conservación, abre las puertas a mucha información para los equipos multidisciplinares de las Ciencias de la Tierra, desde geólogos, paleontólogos, taxónomos...», valora Nicolás. El informe que firme el equipo de Nicolás regresará a la Consejería de Cultura, que decidirá el destino final del fósil, bien para investigación o bien para exposición.

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