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Manifestación de la plataforma de afectados por la hepatitis C en Bilbao. :: BORJA AGUDO
Cuatro comunidades limitan los fármacos de la hepatitis C a los pacientes más graves

Cuatro comunidades limitan los fármacos de la hepatitis C a los pacientes más graves

PPLL

Martes, 26 de mayo 2015, 23:53

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madrid. El acceso a los tratamientos de última generación contra la hepatitis C no es igual para todos los afectados en España. Pese a que el plan nacional se aprobó hace ya 50 días, todavía hay comunidades autónomas donde no se cumple. La Plataforma de Afectados por la Hepatitis C (PLAFHC) denuncia que en País Vasco, Castilla y León, Canarias y Aragón hay enfermos que no han recibido los fármacos que les corresponden.

El objetivo del Plan Nacional para el Abordaje de la Hepatitis C, que elaboró entre febrero y marzo el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad tras meses de protestas de las agrupaciones de enfermos y de las sociedades médicas correspondientes, era proporcionar nuevos fármacos a los más de 50.000 enfermos censados en España con un daño hepático en alguno de los tres estadios más graves (F2, F3 y F4). Para ponerlo en marcha, las comunidades autónomas deben invertir algo más de 700 millones de euros en tres años, el nuevo precio tras varias negociaciones con las farmacéuticas.

Entre las reivindicaciones de las sociedades médicas y las asociaciones de pacientes estaba, precisamente, garantizar la equidad entre comunidades del acceso a los tratamientos. «No vamos a parar de luchar hasta que no se trate igual a todos», aseguró entonces el presidente de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C (PLAFHC), Mario Cortés. Pocos días después, con el plan presentado y un consenso significativo entre las autonomías, levantaron el encierro en el hospital madrileño 12 de Octubre que simbolizó su protesta.

En las últimas semanas, explica Cortés, han tenido que impulsar nuevos encierros en centros sanitarios. No todos con éxito. «En el País Vasco no han firmado el plan estratégico, así que dan los medicamentos a su discreción», asegura. «Y están intentado dar tratamientos con interferón». Además de unas tasas de curación muy superiores, los nuevos fármacos permiten tratamientos sin este medicamento, que provoca importantes efectos secundarios. El consejero de Salud del País Vasco, Jon Darpón, reconoció recientemente que están dando los nuevos tratamientos solo a los pacientes más graves, con cirrosis y riesgo de descompensación. Es decir, a los que su vida corre peligro inminente. A los afectados en fases F2 y F3 -que también se consideran graves-, aseguró, se los proporcionarán a partir del año que viene. «En el plan nacional queda claro que no pueden hacerse distinciones entre estadios de la enfermedad, que se debe dar a todos», protesta Cortés.

Una sola máquina

Esta priorización de los casos más graves, recalca el presidente de la PLAFHC, también se da en Aragón. «Solo reciben tratamientos los que están en grado F4», aseguró Adolfo Urín, miembro de la plataforma de afectados aragonesa. El problema en este caso, indicó el portavoz, es que en toda la comunidad solo disponen de un Fibroscan, la máquina capaz de determinar el estadio del daño hepático. Está en Zaragoza. Muchos tienen que recurrir a las clínicas privadas porque «la lista de espera es de más de un año», recalcó. Los pacientes dicen que apenas un centenar de enfermos de esta comunidad han recibido los tratamientos de última generación. El Gobierno autonómico, sin embargo, eleva la cifra a 395 e indica que mantienen un «importante ritmo de prescripción».

Según Cortés, en Canarias también han tenido que recurrir a las reivindicaciones para hacer efectivo el plan nacional contra la hepatitis C. «Se encerraron en un hospital en Las Palmas y, gracias a la presión mediática, rápidamente se les proporcionó la medicación a los que protestaban», aclara. Aun así, denuncia, en esta comunidad «tampoco aplican el plan estratégico».

De Castilla y León, indica Cortés, también han recogido denuncias de que la medicación llega con cuentagotas. «En Valladolid también hemos tenido que intervenir», asegura.

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