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El Papa autoriza el entierro de un mendigo en el Vaticano

El indigente, que fallecido cerca de San Pedro, fue inhumado en el pequeño y exclusivo cementerio de la Santa Sede

ÍÑIGO DOMÍNGUEZ

Viernes, 27 de febrero 2015, 01:23

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Willy Herteller, un mendigo de 80 años que solía pedir limosna en torno a la plaza de San Pedro y murió en la calle en diciembre, ha sido enterrado dentro de los muros vaticanos. Así lo ha autorizado el Papa, a petición de Amerigo Ciani, canónigo de la basílica, que era amigo suyo a fuerza de verlo todos los días. Fue sepultado en enero en el único cementerio que existe en la Santa Sede, el histórico camposanto teutónico, un diminuto y romántico rincón del pequeño estado, donde yacen nobles, altos prelados, diplomáticos y artistas. Willy Herteller es, probablemente, el primer pobre de este restringido club, al menos en la época moderna, pues existe desde hace doce siglos y sobre todo a partir del siglo XV acogió peregrinos fallecidos en Roma sin recursos.

Este lugar único tiene un único requisito de admisión: ser alemán o flamenco, pues está destinado a los fieles de ese origen. ¿Quiere eso decir que si el bueno de Willy Herteller no fuera flamenco, como es su caso, no podría haber sido enterrado ahí? Efectivamente. Un vagabundo italiano, español o indocumentado no tendría nada que hacer, aunque se muriera en la puerta delante un guardia suizo. Esto quizá hace menos bonita la noticia, revelada ayer por Radio Vaticana, pero la verdad es que nadie hasta ahora se había preocupado de pedir sitio en el cementerio para un indigente, por muy alemán o flamenco que fuera. La nueva política de puertas abiertas de Francisco ha llegado incluso a estas. El mensaje es que la Iglesia está abierta de par en par a los pobres, desde las nuevas duchas con peluquería inauguradas este mes en la columnata de San Pedro a la misma sepultura.

Willy, al parecer, era un personaje familiar y conocido en el Vaticano, porque llevaba años instalado por allí. Es más, los domingos iba a misa a la parroquia de Santa Anna, la iglesia situada dentro de los muros que es la parroquia de los vecinos de la pequeña ciudad. Según indicó ayer la radio de la Santa Sede, era un hombre campechano y muy religioso.

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