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¿Fusión o búsqueda de monopolio?

El grupo mexicano de Alberto Bailleres presento el jueves su alianza con Cutiño y Simón Casas

PABLO GARCÍA MANCHA

Sábado, 24 de enero 2015, 23:56

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El jueves se presentó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el desembarco oficial del grupo taurino mexicano ETMSA, propiedad de Alberto Bailleres -una de las grandes fortunas del mundo- en España y Francia con la llamada Fusión Internacional por la Tauromaquia (FIT), en la que participan el empresario español José Cutiño y el francés Simón Casas. Es decir, que este nuevo grupo controla a partir de ahora los siguientes cosos de primera categoría: Valencia, Málaga, Zaragoza, Córdoba y las plazas francesas de Nimes y Mont de Marsan; además de Badajoz, Alicante y Olivenza (segunda), Almendralejo, Zafra y Don Benito (tercera). Por si todo esto fuera poco, Bailleres apodera a Morante de la Puebla (y parece que también a Alejandro Talavante) y Simón Casas tiene en sus filas a un buen número de matadores, entre ellos a Daniel Luque, Finito de Córdoba o el ganador del Zapato de Oro, Ginés Marín, sin olvidar a Francisco Rivera Ordóñez, que reaparece este año con la intención de hacer temporada en los principales cosos. Es decir, un auténtico emporio al que hay que sumar la ganadería de Zalduendo y varias de las plazas más importantes de México, entre ellas Aguascalientes, Guadalajara, Monterrey, León, Ciudad Juárez, Mérida, Irapuato y Acapulco (todas de primera). Es decir, un fabuloso grupo que va a controlar buena parte del mercado taurino dejando en segundo plano a algunas de las familias tradicionales que hasta ahora han tenido el poder en el toreo.

El representante y máxima cabeza visible es Antonio Barrera, apoderado de Morante, que dijo en el acto de presentación que: «Nos une la pasión por la tauromaquia. Vamos a proyectar el toreo en toda su dimensión. Simón Casas y José Cutiño representan un modelo similar al nuestro, sólo hay que ver los espectáculos que organizan. Es una fusión en beneficio de la tauromaquia, trabajando con líneas homogéneas». Y profundizó en sus nuevas líneas de acción: «Apostamos por mejorar el modelo de gestión, poniendo los medios para acercar los valores de la tauromaquia a las nuevas generaciones. Además, estamos abiertos a otras empresas. Nuestra meta es sumar fuerzas para garantizar el futuro de la fiesta. Todas las decisiones se tratarán en un comité interno formado por representantes de las tres partes para actuar de una manera unitaria. El FIT es una oportunidad para la defensa de la tauromaquia».

Casas y los integristas

Casas no perdió la oportunidad para exponer sus ideas: «Si no reaccionamos a tiempo la fiesta de los toros desaparecerá. Los aficionados desde el siglo XIX han puesto por delante sus críticas a la realidad del espectáculo. Hay que acabar con esos 20 o 25 integristas que por su comportamiento en determinadas plazas joden un espectáculo al que acuden 20.000 espectadores. No me escondo. Hablo claro».

Por último, José Cutiño, empresario de Málaga -entre otras plazas- dijo que «unimos tres experiencias. Esto es un compromiso con la Fiesta, una oportunidad para defender el toreo, poner medios para atajar los problemas con los mejores abogados y mejores fiscalistas. Vamos a apostar por plazas que merecen apostar como Córdoba, que ya está firmado, y Vitoria, que es una plaza que merece la pena trabajar por ella. Trataremos de consolidar las plazas en las que estamos trabajando. Vamos a emprender acciones para promocionar la fiesta a través de novilladas de acuerdo con la Federación Internacional de Escuelas Taurinas. Tenemos ideas, ilusiones y formas novedosas de entender el toreo. Y tenemos los medios para hacerlo».

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