«Combatir el paro no es solo cosa del Estado, nosotros podemos hacer mucho»

Precisamente la presentación de la 'Lanzadera Logroño' le trae hoy a la capital riojana. Se trata de un innovador proyecto para combatir el desempleo que Peridis puso en marcha hace un par de años a través de su Fundación Santa María La Real y que en Logroño promueve la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) en colaboración con Gobierno regional y la mencionada fundación.

Con las Lanzaderas de Empleo y Emprendimiento Solidario está 'lanzado', en dos años ha puesto en funcionamiento medio centenar.

Sí, y para este año puede haber 150. Es un programa muy interesante y en franco crecimiento, y queremos que sea una iniciativa privada con colaboración pública.

Un modelo que recupera el espíritu de las Escuelas Taller.

La lanzadera es, en gran medida, como una escuela taller, solo que como no hay edificio que restaurar; personas restauran a personas y encuentran trabajo. Lo definimos como un equipo de desempleados voluntarios, visibles, activos y solidarios que trabajan juntos para encontrar todos trabajo para todos, contactando con empresas e instituciones.

Y aplica la técnica del 'coaching'.

La Fundación Santa María La Real (de la que es fundador y presidente) ha adaptado a los desempleados esta metodología que habitualmente era para ejecutivos. Es importante la selección, el voluntariado, que procedan de profesiones y niveles distintos, y con un profesional responsable al frente.

Este proyecto evidencia su compromiso con la educación y con el cambio de esquemas sociales.

Hay un cambio radical de filosofía. Aquí pasamos de lo asistencial a lo existencial. La sociedad tiene que comprometerse en la lucha contra el desempleo, pero no puede depender sólo del Estado, nosotros podemos hacer mucho.

¿Qué resultados están teniendo las 'lanzaderas'?

En los tres meses que lleva en marcha la de La Rioja ha logrado insertarse la mitad de los desempleados. En el resto de España la inserción es del 70-75 por ciento.

Usted poco necesita de ellas porque en ningún momento se ve parado. Uno de sus últimos trabajos es la novela 'Esperando al rey', donde recrea el medievo de un modo ameno e incluso divertido.

Bueno... era lo menos que se podía pedir porque te metes en ese berenjenal de reyes, hechos y batallas entre familiares, que reinado tras reinado parece que siempre es lo mismo, y yo me planteé hacer algo ameno y con lo que se aprendiera. Mi lema ha sido 'deleitar aprovechando', un poco como en la serie 'Las claves del Románico' (que dirigió y presentó en TVE).

¿Es así como debería contarse la historia en las aulas?

La historia es un cuento, pero lo contamos mal. Primero, porque separamos la historia del arte de la historia como tal. Allí hay personas que luchan, viven, sufren, aman, mueren... haciendo monumentos, intentando reconquistar un reino, buscando cómo pagar a los canteros, dejándonos un legado maravilloso. Hay que contar la historia a través de personajes y no de la enumeración de reyes y de sucesos.

El arte románico es su debilidad. ¿Qué tiene este estilo artístico que no tengan otros?

Es mi debilidad porque me crié al lado del monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo (Palencia) y era mi juguete de niño. Pero tiene mucho. Primero, es un arte al alcance de la mano. A ver en qué museo tienes arquitectura, escultura y pintura gratuitamente. Está todo ahí.

También en el Gótico.

Menos, menos. El Gótico es más frío, menos juguetón. Siempre digo que el Románico es cuando éramos niños; el Gótico, cuando éramos adolescentes, y el Renacimiento, cuando nos hicimos adultos. Y ahora ya estamos viejecitos.

¿Y qué estilo nos corresponde?

Ahora no nos aclaramos porque todo son instalaciones, todo es efímero y provisional. Entonces se hacían monumentos para la eternidad, pero muy divertidos. El Románico es juguetón, nos cuenta lo sagrado y lo profano, la vida, los pensamientos, los sueños, la biblia, en él está el principio del cómic. Los beatos son los mejores cómics que se han hecho en la historia junto con la iconografía egipcia.

Respecto a sus viñetas, llaman la atención esas curvas y formas redondeadas que predominan en sus dibujos. ¿Alguna explicación?

Significa que todo es relativo, que va y viene, que sube y baja. No es nosotros y los demás, todo es sutil, es como el tejido. Mi edificio está hecho más de lana que de tablas; ese soy yo, uno se expresa con lo que hace.