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Una vida mental vigorosa reestructura el propio cerebro.
Envejecimiento y cognición
SALUDEL ESPECIALISTA

Envejecimiento y cognición

Aceptar la vejez como un proceso natural y adaptarse a esta etapa son retos clave

MARIANO OTAL

Martes, 23 de septiembre 2014, 00:47

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A TENER EN CUENTA

  • 1

  • Asumir la vida como lo que es, incluyendo envejecimiento y muerte

  • .

  • 2

  • Lo que es bueno para la salud en general es bueno para el cerebro

  • .

  • 3

  • El mejor predictor del futuro cerebral es su pasado.

  • 4

  • El cerebro en forma úsalo o lo perderás.

  • 5

  • La etapa de aprendizaje dura toda la vida, siendo la educación la jardinería del cerebro.

  • 6

  • No cuenta tanto la titulación académica como los hábitos de aprender y mantener la curiosidad.

  • 7

  • La sabiduría no es un regalo, es un premio merecido por trabajado (el don trabajado).

  • 8

  • La mayoría de interacciones con otras personas son entre mentes, no entre cuerpos.

  • 9

  • ¿Por qué nos quejamos tanto de la mala memoria y no de nuestro mal juicio?

  • 10

  • Procuremos no utilizar la razón como último recurso

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  • 11

  • Cada cerebro es único, luego es muy grande la variabilidad interindividual

  • .

  • 12

  • Lo que cuenta es lo que uno aprende después de saberlo o el uso que se hace del conocimiento.

Los cambios demográficos de las últimas décadas, sobre todo por la disminución del índice de natalidad y el gran aumento de la supervivencia, han supuesto que en un siglo la proporción de mayores ha pasado del 4 al 18%.

Las consecuencias sociales más inmediatas son la feminización de la sociedad (la diferencia de mortalidad entre hombres y mujeres desequilibra la relación numérica entre sexos), el sobreenvejecimiento de la población (en proporción, crecen más los grupos de edades más avanzadas) y una mayor dependencia (aumentan las enfermedades, dado que los problemas de salud guardan una relación directa con la edad).

Pero el envejecimiento es un proceso biológico natural y no una enfermedad. La OMS define envejecimiento como el periodo de la vida en el que las deficiencias físicas y psíquicas son más patentes en comparación con épocas anteriores. Proceso de declive anatómico y funcional propio del paso del tiempo e inherente al ciclo vital. Al fin, envejecer es aquello que les ocurre a las personas que tienen suerte.

Envejecimiento cerebral

El cerebro es considerado como nuestra estructura biológica cúspide tanto en salud como en enfermedad y, como envejecemos de los pies a la cabeza, nos consideramos más viejos a mayor envejecimiento cerebral. Y es que el declinar cerebral es un riesgo de pérdida de autonomía y hasta de la identidad ('perder la cabeza'). En el anciano, identificamos calidad de vida e independencia funcional con la conservación, sobre todo, de la función cognitiva. La cognición expresa, como función cerebral, el procesamiento de la información, la aplicación del conocimiento y el desarrollo y los cambios mentales basados en las experiencias.

Comte lo dijo muy bien: «Toda la dignidad del hombre está en su pensamiento. Toda la dignidad de su pensamiento está en su memoria». Y Shakespeare nos situó en la realidad: «Vejez, segunda puericia y mero olvido».

El envejecimiento cerebral lo vivimos con la incertidumbre de no saber si lo que nos pasa es normal para la edad o es el principio de un próximo declinar mayor y en relación con una demencia incipiente. Son habituales los cambios de escasa entidad y poco incapacitantes, con quejas de memoria y disminución en la velocidad de procesamiento de la información. La mala memoria es la queja más frecuente del anciano, siendo frecuentemente un trastorno subjetivo y escasamente incapacitante. Constituyen auténticos retos humanos aceptar el envejecimiento como proceso natural y adaptarse a esta época biológica.

Una vida mental vigorosa reestructura el propio cerebro y ayuda a protegerlo de la degeneración física causada por el paso del tiempo.

Quiero desarrollar este concepto como algo a tener muy en cuenta, sobre todo para las generaciones jóvenes. Es hora de considerar al «músculo cerebral entrenado» como el único recurso para mejorar la cognición en la vejez. Pese al bien documentado y multiforme deterioro cognitivo es muy común que las personas de edad avanzada se conduzcan con bastante competencia en su vida cotidiana, posean una pericia cognitiva. Que a su vez se asocia a dos rasgos muy preciados y propios de la edad madura, la sabiduría y la competencia, productos cerebrales resultado de una vida mental activa. El cerebro es una estructura incorporada y organizada antes de la experiencia y esta lo modifica (recableado). La herencia constituye la flexibilidad biológica para vérselas con un mundo cambiante y si la dotación genética es la calidad de la semilla, su fruto dependerá en buena medida del cuidado y aporte recibidos. Y, según se haya cableado el cerebro, estará más o menos protegido ante la neuroerosión del envejecimiento.

Posibilidad de protección con el esfuerzo de una vida mentalmente activa. La competencia sería la pericia o habilidad para encarar un problema o situación y resolverlos. Como la sabiduría a escala humana, con un conocimiento profundo de la naturaleza de las cosas y sobre todo un entendimiento de las acciones a adoptar para cambiarlas. Capacidad en resolver. Constituye el mejor logro de la vejez, por resistir su deterioro. En la neurogénesis sólo sobreviven las neuronas que se conectan activamente con otras, en permanente reorganización de cableado. En la juventud plantamos nuestras semillas mentales y las regamos con minuciosidad y exploración; si nuestra experiencia en la madurez cuida y adorna el cultivo mental, entonces la sabiduría es la cosecha de recompensas mentales de las que podemos disfrutar en el otoño de los años.

Plasticidad

Plasticidad, como la capacidad cerebral para adaptarse a nuevas circunstancias y adquirir nueva información. Equivaldría a moldeado desde el ambiente. Ciertos cambios se conservan con la práctica y la estimulación repetida de grupos neuronales hace que las conexiones se vuelvan más fuertes. La experiencia recablea el cerebro de forma perdurable. La facilidad de uso y acceso está muy condicionado por el fortalecimiento/debilitamiento de las conexiones. El desarrollo cognitivo y el éxito de la especie humana procede de la extraordinaria capacidad de adaptación por la gran flexibilidad cerebral. La cultura humana se nos sirve en bandeja de plata. Esa capacidad de transmisión entre individuos y generaciones, supera la capacidad generadora del cerebro individual. La sabiduría colectiva de especie nos hace una especie sabia. Los dispositivos de transmisión de conocimientos dependen de una gran variedad de sistemas simbólicos, siendo el mayor y más complejo el lenguaje. Del «banco de la sabiduría» (conocimiento colectivo), cada uno puede hacerse su propia «cuenta corriente».

Reserva cognitiva

La reserva cognitiva, como la capacidad de permanecer a flote pese a la decadencia biológica cerebral y por su esfuerzo y capacidad previos para desarrollar conocimiento (carga cognitiva) que se constituye por experiencias adquiridas. El tiempo de aprendizaje, acopio de habilidades y conocimientos, es el de forja de una identidad. La reserva cognitiva estaría en relación directa, y por este orden, con los años de escolarización, el coeficiente intelectual, la profesión (habilidades), las aficiones, la actividad física y la alimentación.

Una alteración patológica determinante en la enfermedad de alzhéimer es el depósito anómalo de la proteína llamada amiloide. Por eso se expresan los conceptos dinámicos que estamos tratando en un sentido de contrapeso: carga cognitiva contra carga de amiloide. Pero todo esto no es nuevo.

Ramón y Cajal: «Se es verdaderamente viejo cuando se pierde la curiosidad intelectual. No deben preocuparnos las arrugas del rostro sino las del cerebro. Tales arrugas, precoces en el ignorante, tardan en presentarse en el anciano activo, acuciado por la curiosidad y el ansia de renovación».

Cicerón: «.la debilidad de los niños, la fogosidad de los jóvenes, la seriedad de los adultos, la madurez de la vejez son características completamente naturales y deben apreciarse cada una a su debido tiempo. Los grandes empresas no se logran con la fuerza ni con la rapidez, sino con otras cualidades como la sensatez, la previsión y la lucidez, cualidades abundantes en la vejez» y «.es preciso llevar un control de la salud, hay que practicar ejercicio moderado, tomar la cantidad de comida y bebida conveniente para reponer las fuerzas y no para ahogarlas. Y no sólo hay que ayudar al cuerpo, mucho más a la mente y al espíritu. Pues también estos se extinguen con la vejez, a menos que les vayas echando aceite como a una lamparilla». Qué antigua es la modernidad.

Con lo dicho, pudiera entenderse que la enfermedad de alzhéimer se podría evitar. Esta enfermedad no sabemos por qué se produce y no tiene ningún tratamiento. Pero sí conocemos que las lesiones cerebrales se inician muchos años antes de que se manifieste . Y con un cerebro más cargado cognitivamente, quizás demoremos en el tiempo los síntomas y, desde luego, el declinar propio del envejecimiento saludable. Hay estudios que apoyan esta buena noticia.

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