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Sanidad distribuyó ayer esta imagen, hecha el domingo, de Ana Mato presidiendo un reunión de trabajo sobre ébola.
Aíslan en Bilbao a un paciente sospechoso de estar infectado con ébola

Aíslan en Bilbao a un paciente sospechoso de estar infectado con ébola

Los tres médicos contagiados por el virus en Liberia, que están siendo tratados con el Zmapp, evolucionan de forma favorable

J. LUIS ÁLVAREZ

Lunes, 25 de agosto 2014, 22:51

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Un hombre que días atrás regresó desde Sierra Leona quedó ayer en aislamiento, en una planta del hospital bilbaíno de Basurto, a la espera de conocer si está infectado con el virus del ébola. El paciente, de mediana edad y vecino de Vizcaya, había estado por «motivos no laborales» en el país africano, según informó el Departamento de Salud vasco. Después de acudir con fiebre alta al hospital de Cruces, los facultativos optaron por su traslado a Basurto, uno de los centros de referencia en enfermedades infecciosas en el País Vasco. El traslado se realizó en una UVI móvil, a la que acompañaron otras dos ambulancias, como establece el protocolo sanitario. Según las mismas fuentes, el enfermo quedó ingresado en aislamiento. Dado que su estado de salud en principio es « bueno» no está previsto un nuevo parte médico hasta que no se conozcan los resultados de los análisis.

Esta es la última activación del protocolo contra el ébola en España. Durante los últimos meses este proceso ha sido puesto en marcha en otra decena de ocasiones. Por el momento, tan sólo ha sido constatado el caso positivo del sacerdote Miguel Pajares, que fue repatriado desde Liberia el pasado 7 de agosto y que falleció hace una semana en el hospital Carlos III de Madrid. En este centro permanece internada la hermana Juliana Donoha Bohe, que todavía tendrá que esperar otros 10 días para poder descartarse definitivamente que no padece ébola.

Desde que la pasada primavera fueron detectados los primeros casos en África occidental, diversos hospitales españoles han puesto en práctica las recomendaciones para aislar al paciente, mantenerlo en observación y someterlo a las pruebas oportunas. Además, los facultativos investigan si estas personas sospechosas han estado en contacto directo con enfermos de ébola y en especial con sus fluidos corporales. Esto último es «fundamental», según las fuentes sanitarias consultadas, para determinar si el sospechoso puede estar también infectado con el virus.

La discreción para evitar el pánico ha hecho que la mayoría de estos casos sospechosos pasasen inadvertidos. Las mismas fuentes sanitarias explicaron que eso es lo ocurrido en el hospital de San Juan, en Alicante, donde el domingo se conoció que un hombre había sido aislado con síntomas que hacían sospechar que estaba infectado tras un reciente viaje a su país, Nigeria. Con anterioridad otro paciente había sido aislado en este centro para determinar si estaba infectado, pero su caso no trascendió. En ambas ocasiones, las pruebas descartaron el contagio. El último fue dado ayer de alta por la tarde.

A la vigilancia hospitalaria se ha unido la de los equipos del Servicio de Sanidad Exterior en el aeropuerto de Madrid-Barajas que controlan a los pasajeros de los cuatro vuelos semanales de Nigeria. La medida, puesta en marcha desde que el día 8 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia de salud pública de importancia internacional, obliga a los viajeros a dejar por escrito el domicilio en el que podrán ser localizados en España.

Tratamiento experimental

La OMS pidió ayer a todos los países africanos afectados por el brote de ébola que instalen controles fronterizos para detectar los casos entre las personas que vayan a salir del país. El problema es que no hay vacuna contra el ébola lo que, unido a la alta mortalidad, ha obligado a que la OMS autorice a utilizar en enfermos medicamentos aún experimentales, como es el Zmapp.

Aunque al sacerdote español Miguel Pajares no le salvó la vida, los resultados conseguidos con los sanitarios estadounidenses Abraham Borbor y Zukunis Ireland, infectados mientras trabajaban en el hospital John F. Kennedy de Monrovia (Liberia), son satisfactorios. A ellos se unen la enfermera y los dos médicos liberianos tratados con Zmapp en Monrovia, que también han experimentado una mejoría en su estado de salud.

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