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E. ESPINOSA
Martes, 22 de julio 2014, 09:00
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Jordi Luque, ingeniero en Telecomunicaciones e Investigador de Telefónica, se ha apostado con un amigo que, antes de jubilarse, una máquina llamará a este último y no sabrá que se trata de una máquina. ¿Ciencia ficción? Quizá ahora, pero Luque confía en que a medio plazo será posible una interacción natural con las máquinas a través del habla. Y a ello se refirió precisamente ayer tarde durante su ponencia en el Espacio Lagares de Logroño, donde compartió mesa redonda con la directora de Cultura del Instituto Cervantes, Montserrat Iglesias; el subdirector académico de la institución, Richard Bueno Hudson, y el director del Cervantes en Burdeos, Juan Pedro Basterrechea. Hablaron sobre 'La enseñanza del español y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)'.
Partiendo de la base de que «hay que conocer los usos de la tecnología y utilizarla de una manera responsable», Jordi Luque enfocó las TIC como una oportunidad para la enseñanza de la lengua. En concreto se refirió a aplicaciones del habla, pero no únicamente para reconocer palabras, sino el contexto personal y emociones que transmiten esas palabras. Un potencial del que tomaron nota los directivos del Instituto Cervantes.
Montserrat Iglesias repasó el trabajo que se hace en el área de Cultura con las tecnologías. Es más, insistió en que «el Instituto Cervantes es un espacio especialmente idóneo para trabajar con las TIC porque es una institución deslocalizada».
Basterrechea, por su parte, recordó los incipientes pasos tecnológicos del Cervantes con el Aula Virtual de Español (AVE). «Pero aunque las razones para incorporar las TIC no han hecho más que crecer desde entonces, la enseñanza se mantiene como un reducto donde las tecnologías no llegan a entrar». Una paradoja, dice, que no acierta a explicarse.
Richard Bueno cerro la ponencia con una advertencia. «Está bien que nos subamos al carro de las tecnologías, pero hay que saber el uso e impacto que deben tener». Más aún, «debemos tener mucho cuidado con las que usamos en nuestras clases si queremos mantener los estándares de calidad».
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