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El albergue de peregrinos de Santo Domingo cierra sus puertas por el COVID

La cofradía clausura las instalaciones ante la evolución de la pandemia, las nuevas medidas y las limitaciones a la movilidad

J. ALBO

Sábado, 24 de octubre 2020, 10:19

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La cofradía del Santo cerró ayer el albergue de peregrinos ante la evolución de la pandemia, las nuevas medidas para frenar su expansión y por las propias dificultades de tránsito con que se encuentran los peregrinos, debido al confinamiento de regiones y localidades (Navarra, municipios de Castilla y León, etc).

Este cúmulo de circunstancias hacen que la peregrinación se vaya extinguiendo por sí misma y conduzca al cierre, inevitable broche de este 'annus horribilis' para todos, que en el caso del albergue se va a traducir en una reducción de cifra de peregrinos del 85%, con respecto al anterior.

«Es un día muy triste», indicó ayer la priora, María Milagros Luzuriaga, ante lo inédito de una situación que tiene su antecedente en el mes de marzo, al que desgraciadamente recuerda. Cerradas tras el decreto del estado de alarma, las instalaciones reabrieron sus puertas el 5 de julio con un estricto protocolo de medidas anti-COVID-19. La cofradía del Santo las ha mantenido esta semana para preparar a los pocos peregrinos que quedan aún en el Camino. «Los pocos que venían estaban nerviosos, desorientados por las informaciones y muchos con ganas de volverse a casa», refiere el secretario de la cofradía, José Luis Ollero.

Las instalaciones sufren este año una reducción del 85% en la cifra de afluencia de peregrinos con respecto al anterior

Volverán a abrir en cuanto las circunstancias lo permitan. «La vocación de la cofradía es atender al caminante, seguir el legado del Santo, sus pasos. Esa es nuestra misión», recalca Luzuriaga, que insiste en que el albergue calceatense es de los pocos de todo el Camino que no cierra en ningún periodo del año. Por ejemplo, si algún peregrino viene en Navidad o Nochevieja, como ocurre casi todos los años, se le da alojamiento. «A nadie se le deja en la calle», subraya.

Cierran, pero en absoluto se quedan de brazos cruzados. En el convencimiento de que el virus llega para quedarse, este otoño-invierno implementarán algunas nuevas medidas, como dotar al albergue de más camas individuales, instalar ventiladores y la mejora del sistema wifi. También irán dando pasos de cara al proyecto de creación del museo de la cofradía, con la intención de inaugurarlo en marzo, un mes que ahora mismo parece quedar más lejano que nunca.

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