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Bravo y García, junto al recipiente-trampa verde instalado ayer en la ribera del Najerilla. :: F. D.
Nájera declara la guerra a las ratas

Nájera declara la guerra a las ratas

El Ayuntamiento adopta un sistema experimental para atrapar a los roedores

FÉLIX DOMÍNGUEZ

Martes, 24 de octubre 2017, 11:28

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Salvo excepciones -en la India hay un templo en el que las ratas son consideradas animales sagrados y pululan por el mismo a todas horas y por cientos entre monjes y turistas-, estos roedores no son tolerados en nuestro entorno por transmitir enfermedades y por ser causantes de grandes destrozos, principalmente en cuanto se refiere al consumo de los alimentos de los que se nutre el ser humano.

Además, su sola presencia suele repugnar a la mayoría y cuando algún ejemplar es visto por las calles suele causar alarma y provocar las quejas ante una Administración que, se supone, debe tratar de mantener a raya sus poblaciones, ya que parece ser que erradicar a estos animales es imposible.

No obstante, lo que la Administración, en este caso la municipal najerina, sí considera atajable es su proliferación. Para ello se mantiene un contrato con una empresa especializada en la desratización que lleva a cabo trabajos periódicos en ese sentido. Y ayer la empresa Ecoplagas puso en marcha «un sistema experimental de control de ratas y ratones en el ámbito urbano dotado de una serie de trampas multicaptura», explicaba el concejal de Medio Ambiente, Jaime Bravo.

Según indicaba, el sistema consta de unos recipientes herméticos de metal, con un agujero a ras de suelo y que consiste «en proveer a estos bichos de una serie de alimentos que les gustan y, una vez que se acostumbran a comer, se pone en marcha un sensor que cuando vuelven a por comida se activa y provoca que el animal caiga a un depósito con alcohol donde muere y por la acción de ese líquido se evita que pueda causar mal olor. De esa manera no queda rastro para que sus congéneres sigan acudiendo a alimentarse y sigan cayendo».

Tanto Bravo como el técnico de la empresa Ecoplagas, David García, son conscientes de que, «no es un método que vaya a acabar con todos esos roedores, pero sí que será un sistema de control y que hará ir mermando, poco a poco, su población». Por el momento se han instalado tres de estos recipientes, que irán anclados al suelo.

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