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FÉLIX DOMÍNGUEZ
Sábado, 21 de octubre 2017, 00:15
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El concejal del Partido Popular (PP) en el Ayuntamiento de Nájera, Álvaro Azofra, ofreció ayer una rueda de prensa para reiterar la postura de su partido de que las obras de urbanización de la plaza de la Cruz, en pleno casco histórico, «se hagan sin cobrar a los vecinos contribuciones especiales». El edil comenzó por dejar patente que «siempre hemos querido que la plaza de la Cruz se arregle y se mejore, pero con lo que no estamos de acuerdo es con que a las familias que viven en ella les cueste dinero», para asegurar que cuando el PP gobernó la ciudad «todas las plazas que se arreglaron fue sin cobrar contribuciones especiales».
También reprochó al equipo de gobierno que se haya hecho el proyecto de la obra «sin contar con el apoyo de los vecinos ni con sus opiniones», lo que, ironizó, «es una buena muestra de participación ciudadana de la que tanto alardeaba en campaña e incluso en su discurso de investidura el señor alcalde». Azofra señaló que «no se ha realizado ningún estudio de solvencia económica de los vecinos para saber si pueden pagar las contribuciones o no».
Así las cosas, los populares najerinos acusaron de aplicar contribuciones «a unos vecinos sí y a otros no», señalando el caso de las obras de la segunda fase de saneado de calles, «que se está haciendo sin cobrar contribuciones especiales». Para concluir pidieron al equipo de gobierno que se replanteen las obras de la Cruz, «sin contribuciones especiales y realizadas por la brigada de obras y servicios».
Cabe recordar que el proyecto contempla otorgar un mayor protagonismo al peatón frente al vehículo, y mejorar la imagen actual. Se limitará la entrada a vehículos de reparto y a los que se dirijan a la parroquia para la celebración de actos religiosos. En cuanto al pavimento, se colocará un suelo de baldosas de hormigón prefabricado de color ocre, acorde con los colores del entorno, un material con durabilidad, fácil reposición y mantenimiento, bajo coste y sostenibilidad, ya que es reciclado.
Además, se modificarán las escaleras y las rampas, eliminando las barreras arquitectónicas existentes, se retirará el olmo que hay actualmente, debido a que se encuentra enfermo y le queda muy poca vida, según aseguran los técnicos, siendo sustituido por un árbol de los tulipanes, además de colocar dos árboles nuevos para crear sombra, de la variedad serbal de los cazadores.
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