Haro apuesta por el casco antiguo

Uno de los principales motivos es que las bases eran muy restrictivas, así que el equipo de Gobierno modificó la ordenanza municipal para, entre otras cuestiones, «rebajar el mínimo a invertir, que antes era muy elevado», explica Laura Rivado. El resultado es que de las doce solicitudes de subvención presentadas han sido atendidas nueve, desestimando tres. «Se han atendido la mayoría, que, sobre todo, hacen referencia a la rehabilitación de fachadas y cubiertas, que es el objeto de la convocatoria. De esta manera se cumplen dos objetivos: aumentar las ayudas para la rehabilitación de edificios en el casco antiguo y mejorar esta zona de Haro», argumenta la alcaldesa.

Las intervenciones aprobadas ya cuentan con el visto bueno del arquitecto técnico municipal y de la Comisión Municipal Informativa, por lo que sólo queda que se aprueben en junta de Gobierno local. Las subvenciones concedidas oscilan entre los 5.634 y los 1.308, atendiendo seis de las nueve aprobadas a fachadas, miradores y cubiertas; una, a balcones, otra, a estructura y baño; y la última, a reparar una escalera y el portal. En cuanto a las tres rechazadas, Laura Rivado aclara que «una estaba fuera de plazo y las otras dos no cumplían con las bases».

«Hay que empezar a invertir en el casco antiguo de Haro y nosotros hacemos lo que podemos, en las propiedades privadas sólo ayudar», explica Rivado. Uno de los pilares sobre los que se asienta el proyecto de revitalización del casco antiguo de Haro del equipo de Gobierno es la reforma del mercado municipal. Por otra parte, para apoyar la iniciativa privada, el pasado mes de marzo se modificó la ordenanza reguladora para que más vecinos pudieran acogerse a las ayudas, eliminando algunas restricciones existentes.

Entre los cambios se incluyó la posibilidad de solicitar ayuda para el arreglo de fachadas, medianeras y otros laterales de los edificios. La convocatoria se abrió a inmuebles con una antigüedad superior a los 15 años y cuyo estado aconsejase una intervención rehabilitadora. Y se pasó de un máximo de 3.000 a 6.000 euros. Otra de las modificaciones recogía la rebaja del límite mínimo de la obra, de 4.500 a 2.000 euros, priorizando así las intervenciones en fachadas y tejados. Por otra parte, la ordenanza municipal incluye subvenciones especiales para instalación de ascensores, eliminación de barreras arquitectónicas, instalación de aparatos de extracción o ventilación en viviendas o locales comerciales que no puedan ser objeto de otro tratamiento de rehabilitación y para obras de revitalización del tejido comercial. También podían optar a las ayudas los edificios de nueva construcción que sustituyan a inmuebles en ruinas.