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ISABEL ÁLVAREZ
CALAHORRA.
Lunes, 16 de abril 2018, 09:41
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Frente a las dudas e incertidumbres que atenazan la concentración parcelaria en el regadío calagurritano de Los Molinos, los agricultores (de Calahorra y Aldeanueva de Ebro) que están a favor del proceso tienen claro que es la única y la mejor opción de garantizar los cultivos en esta zona. Competitividad y rentabilidad son dos de las razones de peso a las que aluden sus defensores, un 75% de los propietarios de las parcelas, para llevar a cabo la iniciativa.
«Si quieres competir con el resto de España e incluso del mundo o nos modernizamos o iremos para atrás», dice tajante Roberto Vázquez, uno de los jóvenes agricultores con explotaciones en esta acequia. José María Solana, con 69 años, comparte este argumento al afirmar que uno de los beneficios de una concentración es que «te permite ser más competitivo». En este sentido, explica que en explotaciones agrarias como en el caso de Los Molinos, con parcelas diseminadas, «los costes de producción aumentan considerablemente, ya sólo por el hecho de la distancia que hay que recorrer para ir de una finca a otra».
La superficie que se pretende concentrar suma 1.361 hectáreas de regadío, que requieren en estos momentos de mejoras en infraestructuras, como en la red de caminos y la de riego. Es por ello, que el proceso de concentración va aparejado a una modernización del regadío. José Luis Solana pone el acento en el estado del sistema de riego, que califica de «lamentable» con «acequias bajo tierra». «Y de los caminos casi mejor ni hablar, ya que no puedes traer un remolque pesado», añade Roberto Vázquez.
El aspecto medioambiental, en relación al uso responsable del agua, es otro de los objetivos que se persigue con la concentración y la modernización del regadío con riego a presión, a goteo o aspersión. Y es que, «esto de regar a 'manta' (por inundación) se va a acabar», sostiene Vázquez, para precisar que desde las administraciones «nos van a obligar a reducir el consumo e incluso a pagar un impuesto por el metro cúbico de agua gastado».
Con la sequía como uno de los problemas naturales más devastadores «no nos van a dejar todo el agua disponible», advierte José Manuel Gómez de Segura, consciente de la urgencia de modernizar el regadío. «Tenemos que ser capaces de regar con agua a presión con un coste medioambiental cero», defiende. Julián Olloqui aporta una apreciación más: «Para rentabilizar un buen regadío hace falta una buena concentración». «Hemos conseguido alinear a un sector mayoritario de agricultores, a un sindicato de riego y a un gobierno, que ha dicho que invierte aquí», valora este propietario.
Roberto Vázquez mira a Navarra y los resultados obtenidos en los procesos de concentración desarrollados en los últimos años. «Allí está concentrado todo y para competir con ellos tenemos que avanzar», opina. Otro joven agricultor, Francisco Gutiérrez, lo ejemplifica en el caso de la explotación de un agricultor navarro al que conoce. «El coste de agua que tiene para hacer un cultivo bróculi es de 15 euros», sostiene.
Pero es que, además, para Gustavo Ruiz la actuación supone casi «un regalo», puesto que de los 17 millones de euros que va a costar la concentración y la modernización del regadío «12 millones los pone la Administración».
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