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Miércoles, 21 de marzo 2018
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350 viviendas destrozadas, un centenar de locales comerciales dañados y 51 vehículos siniestrados. Reparar todo ello costó alrededor de 3,5 millones de euros. Las administraciones, tanto la local como la regional y la nacional, actuaron rápido. Funcionarios y concejales abrieron ese mismo día las puertas del Ayuntamiento para recoger las solicitudes de indemnización de los damnificados (más de 600) y dar una solución a las personas que habían tenido que desalojar sus casas. El Gobierno de La Rioja articuló después una línea de ayudas para los empresarios y comerciantes afectados. «Además de la implicación del Ayuntamiento, hay que desatacar la respuesta tan positiva que desde el Estado se dio a todas las demandas de ayudas que se solicitaron», valora el alcalde, Luis Martínez-Portillo.
El regidor destaca a la vez de la «serenidad» con la que respondió a la tragedia. «Ese mismo día nos reunimos en el Ayuntamiento y decidimos darle normalidad y acudir a la procesión de Viernes Santo de la noche, a pesar de que llevábamos todo el día en la zona cero», recuerda.
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