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Los jóvenes Julio Arroyo y Nerea Andrés, con el notario Luis Ángel Otero. ::
Notarios durante una mañana

Notarios durante una mañana

Dos alumnos del 'Valle del Cidacos' conocieron de primera mano una notaría

Isabel Álvarez

Viernes, 16 de diciembre 2016, 09:22

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Julio Arroyo y Nerea Andrés tienen claro que sus carreras universitarias las enfocarán al Derecho y a la Economía. Ambas disciplinas conviven diariamente en una notaría, un servicio que esta semana han podido conocer a fondo gracias al Consejo General del Notariado. Alumnos de ocho comunidades autónomas han participado en esta iniciativa, que persigue contar a los estudiantes españoles de Bachillerato el papel de los notarios en la sociedad y el valor de la seguridad jurídica preventiva, tanto para los que se planteen su futuro universitario en la rama del Derecho o del Notariado, como para aquellos que se decanten por otros escenarios profesionales.

Julio y Nerea, ambos del IES Valle del Cidacos de Calahorra, han sido los estudiantes elegidos en La Rioja para participar en esta experiencia. Así, esta semana pudieron pasar una jornada de trabajo con el notario de Calahorra Luis Ángel Otero. «Es la primera vez que participo en esta iniciativa y estoy encantado», explicaba el notario a este diario después de enseñarles a los dos jóvenes parte de su trabajo.

«He querido mostrarles cómo es la profesión y demostrarles que nosotros somos un fiel reflejo de la realidad social», añadía Otero durante la visita. La función del notario, en contra de lo que en un principio se pueda pensar, va mucho más allá de firmar documentos. «La realidad no es esa», sostiene Otero. «Nosotros, en definitiva, lo que hacemos es asesorar a las personas», explica.

Nerea y Luis parece que lo tenían claro. «Nunca habían estado en un notario, pero más o menos tenía la idea de lo que nos ha enseñado», comentaba la joven, quien en principio descarta presentarse a una oposición de notario. «Podría presentarme a una oposición, pero lo cierto es que me gusta mucho más el mundo de la economía», dice.

Su compañero Julio también se mostró satisfecho de la experiencia. «Yo no descartó opositar, pero me da algo de miedo porque hay que estudiar durante muchos años», confesaba. El trabajo en la notaria, asegura, le pareció «muy interesante». Sobre todo valora el hecho de haber podido aprender «todas aquellas cosas para las que se necesita venir a un notario».

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