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M. F.
Domingo, 16 de octubre 2016, 00:50
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El ritmo acelerado de nuestra vida, los cambios familiares, el rápido desarrollo tecnológico, las reformas educativas... son algunos de los cambios del siglo XXI. Y la utilización consciente de la educación emocional «va a ser un recurso necesario para adaptarnos a ellos», señalan desde la dirección del colegio San Agustín de Calahorra.
Por ello, los profesores del centro han participado durante dos semanas del mes de septiembre en un curso sobre educación emocional, en el que aprendieron a identificar sus emociones, hacerles ver a los alumnos qué sienten y sobre todo, a resolver de forma eficaz los conflictos que puedan surgir en el aula.
La finalidad de este taller ha sido la adquisición de herramientas y habilidades propias que, al interiorizarse, además de promover el crecimiento personal, mejorará la forma de interacción con el entorno, conseguirá una mayor calidad en la enseñanza, así como promoverá y potenciará las relaciones y la calidad de vida a todos los niveles educativos.
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