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El nuevo vallado tiene espacios reservados para Cruz Roja y Protección Civil.
Calahorra, a punto de fiestas

Calahorra, a punto de fiestas

El nuevo vallado del encierro y el traslado de los conciertos al aparcamiento del Silo son las principales novedades del programa

Isabel Álvarez

Jueves, 25 de agosto 2016, 00:59

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Ayer, en el mercadillo semanal de Calahorra, la palabra 'fiesta' estaba en todas las conversaciones. En las terrazas de la calle Mártires, la tertulia en torno al café se centraba en los actos del programa; en cómo organizarse con la cuadrilla para las comidas y cenas y en los cambios que este año ha introducido la Concejalía de Festejos, la mayoría de ellos, en busca de una mayor seguridad, como así se aprecia en el nuevo vallado que se ha colocado en el recorrido del encierro.

En el aparcamiento del Silo, los operarios del parque municipal de Servicios y Obras ultimaban los trabajos del montaje del escenario en donde mañana viernes actuará Antonio Orozco.

Éste es otro de los cambios con respecto a anteriores fiestas, en las que los conciertos se celebraban en la plaza del Raso. Además, en el escenario del Silo se ofrecerá un tributo a 'El último de la fila', previsto para el sábado 27.

En el mercadillo de ayer, a nadie le pasaba desapercibido el cartel con el 'Chorra tu eres Calahorra, la más hermosa del mundo entero'. Hoy, cientos de calagurritanos entonaban este himno de la ciudad cuando llegaban las charangas de las peñas al inicio de la calle Grande. Esta lona, símbolo de los festejos calagurritanos, era ayer testigo del trajín que se llevaban muchos vecinos para aprovisionarse de ropa para fiestas. Pantalones, camisetas y zapatillas blancas eran los artículos más solicitados en el mercadillo y en las tiendas ubicadas en las inmediaciones de éste.

Y todo para que hoy, el blanco, el rojo y los seis colores de las peñas ofrezcan esa estampa única que muestra la glorieta de Quintiliano el día del chupinazo.

Repelente para orines

Por otra parte, para evitar los olores y suciedad que causan quienes orinan en la calle, el Ayuntamiento ha impregnado lugares estratégicos de algunas calles con un repelente de orines. Este producto provoca que la pared rebote la orina de quien micciona, que se ve salpicado en pantalones y calzado.

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