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Claudia Ballesteros, en una imagen del vídeo que Greenpeace ha realizado a cada uno de sus 'Héroes anónimos por el clima' para la campaña. :: greenpeace
Savia joven para proteger el clima

Savia joven para proteger el clima

Claudia Ballesteros, descendiente de Calahorra, protagoniza una campaña de Greenpeace

I. ÁLVAREZ

Martes, 24 de noviembre 2015, 10:39

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La tierra se calienta. Los calurosos días de otoño por los que acabamos de pasar son una evidencia más de que el calentamiento global es ya una realidad a la que de manera urgente hay que poner freno. Pero para luchar con eficacia contra el cambio climático se necesita la acción individual de cada uno porque «día a día los granitos de arena son los que cambian el mundo». Ésta es la consigna de Claudia Ballesteros, una chica de 14 años, hija de una calagurritana afincada en Getafe, que forma parte de la campaña 'Héroes anónimos por el clima', que está llevando a cabo Greenpeace de cara a la Cumbre de la ONU por el Clima que se celebrará en París en diciembre.

Claudia, junto a otras seis personas anónimas seleccionadas por la organización ambientalista entre un millar de candidatos, representará a la voz de la ciudadanía en esta cumbre, para la que Greenpeace está recogiendo firmas a favor de un modelo energético eficiente y 100% renovable. Ella y el resto de 'héroes' de la ONG serán los encargados de llevar a París todas las firmas recabadas. De momento, más de 78.000.

Claudia, estudiante en el IES Satafi de Getafe, es la representante más joven de la campaña, pero a pesar de su corta edad demuestra un gran compromiso con el entorno que le rodea. «Tengo 14 años y no puedo hacer cosas tan espectaculares como otros 'héroes' de la campaña, como el arquitecto que hace arquitectura ecológica o el viticultor», reconoce. Sin embargo, «sí que reciclo, uso la bici en lugar del coche y voy andando al instituto», explica. «Son pequeños gestos con los que puedes cambiar el mundo», defiende esta descendiente de Calahorra, que mantiene un estrecho lazo con la ciudad, donde se encuentra parte de su familia y algunas de sus amistades. «Cuando se enteraron de que había sido seleccionada por Greenpeace me llamaron para felicitarme y me mandaron whatsapp», dice agradecida.

A Claudia le gusta también la robótica, a la que aplica la ecología. «Los microrobots que hago suelen funcionar con energía solar», apunta la joven, que reclama más educación medioambiental en las aulas. «La educación no nos conciencia lo suficiente y debemos empezar por ahí», sostiene.

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