Borrar
Luis Lezana es el alma máter del parque Tierra Rapaz.
'Tierra Rapaz' abre sus puertas al público

'Tierra Rapaz' abre sus puertas al público

El parque cuenta con una gran variedad de aves rapaces, algunas de ellas curiosísimas como el cárabo oriental o el búho pigmeo

MARÍA FÉLEZ

Sábado, 18 de abril 2015, 00:15

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Águilas, halcones, búhos, cárabos, lechuzas, parabuteos, buitres, caracaras... Éstas son algunas de las amigas rapaces que el visitante puede encontrar al cruzar la puerta de Tierra Rapaz. El parque, inaugurado hace días, abrió sus puertas por primera vez al público el pasado 2 de abril. Desde entonces casi 1.400 personas han pasado por unas instalaciones que, de momento, abrirán los fines de semana. Será a partir de las once de la mañana cuando los visitantes puedan empezar a contemplar la majestuosidad de algunas de las especies con las que cuentan en el recinto.

La jornada prevista por los responsables del parque no deja lugar al aburrimiento. A las 11.45 horas comienza una visita científica guiada por los biólogos del centro y una hora más tarde la exhibición de aves diurnas. Tras la comida, a las 15.45 es el momento de ver volar a las aves nocturnas antes de que se realice una nueva visita guiada por las instalaciones.

Y es que este parque calagurritano cuenta con una nutrida representación de los diferentes taxones de aves rapaces para que el visitante pueda comprender 'in situ' la gran diversidad que integran este amplio grupo de aves.

Entre los ejemplares más especiales que podemos encontrar están los cárabos orientales, una especie muy rara de ver y seriamente amenazada y que se está criando en el parque con mucha naturalidad gracias a la experiencia de los profesionales con los que cuenta. De hecho, esta misma semana han nacido unos nuevos polluelos de esta especie en el complejo.

Otra de las especies curiosas por lo difícil que es verla en edad madura, por su belleza y por su simbolismo, es el águila calva, conocida por ser la imagen del escudo de Estados Unidos.

Y es que Tierra Rapaz es más que un lugar donde ir a contemplar animales. Es, además, un espacio en el que poder aprender, ya que sus gerentes, Luis Lezana y su mujer, María Ríos, ofrecen al visitante una amplia información técnica de cada especie, no sólo en cada aviario, sino también en el resto de instalaciones del parque.

Así, la jornada cuenta con dos visitas científicas guiadas donde el visitante puede conocer la vida de estos ejemplares, sus técnicas de caza y sus formas de reproducción y pueden aprender a través de la experiencia de tocar un huevo o dar de comer a un polluelo todo lo relacionado con el desarrollo embrionario y evolutivo de esta aves tan especiales.

Más de 40 especies

Además, las aves de Tierra Rapaz se alojan en instalaciones cuyos dimensionamientos y enriquecimientos se han diseñado de acuerdo a las recomendaciones de la asociación mundial de parques zoológicos.

La visita al parque comienza por el paseo de los búhos con 18 especies diferentes de este grupo de aves, continúa por el paseo de las águilas con ocho especies de grandes águilas, sigue por los halcones con ocho especies diferentes y termina en los grande aviarios con seis especies diferentes.

Asimismo, cuenta con algo que no se puede ver en ninguna parte del mundo. Se trata de la gran gruta de los búhos. Una instalación de mil metros cuadrados que se asemeja a una cueva natural con árboles pétreos y que permite un estado óptimo para que 15 diferentes especies de aves rapaces nocturnas puedan volar delante de espectadores.

La clave: la impronta

Un logro que se puede llevar a cabo sólo con años y años de trabajo de investigación. «Nosotros trabajamos la impronta de estas aves de modo que se crían acostumbrándose a la presencia humana, pero sin perder la relación con los animales de su misma especie», nos cuenta Luis Lezana. Un trabajo que hace que las aves no sientan estrés ante la presencia humana pero que, a la vez, cumplan con sus criterios de relación social, reproducción o técnicas de caza grupales.

Pero Tierra Rapaz es además un centro de formación para biólogos. Así, ya tienen firmado un convenio con la Universidad de Navarra y se están conduciendo dos máster y una tesis doctoral sobre el comportamiento en aves rapaces nocturnas. Pero también es centro de formación para los amantes de la cetrería, ya que se ofrecen cursos para aprender el arte de cazar con aves rapaces.

Por otro lado, el parque, cuya entrada cuesta 11 euros para adultos y 7 euros para niños, dispone de un merendero y una cafetería donde poder comer y una zona de juegos para que descansen los más pequeños. Es en la cafetería del parque donde encontramos el origen de esta pasión de Luis Lezana por las aves rapaces y es que no faltan las fotos de un niño rubio mirando embelesado a un hombre de cabellos largos que no era otro que Félix Rodríguez de la Fuente.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios