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El novillero Miguel Ángel Silva se luce durante su faena a su segundo astado. :: justo rodríguez
Se fueron con las orejas puestas

Se fueron con las orejas puestas

El novillero de Zafra tuvo el triunfo en su mano ante el mejor novillo de la tarde pero lo perdió por culpa del deficiente manejo de la espada

JUAN CRUZ GASTÓN

Viernes, 9 de octubre 2015, 00:33

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Los novillos de los herederos de Baltasar Ibán tuvieron cuajo de toritos, dieron en general buen juego. El primero, áspero de embestida en el último tercio; el segundo, deslucido; el tercero, aplaudido en el arrastre tuvo embestidas codiciosas, metiendo bien la cara por ambos pitones; el cuarto fue un gran novillo, se le dio merecidamente la vuelta al ruedo; el quinto metía la cara con fijeza, pidiendo un valiente que le llevara las embestidas, prendió a su matador, el venezolano Manolo Vanegas, sin mayores consecuencias, al parecer un palizón y posiblemente algo más sustituto del anunciado Alberto Escudero, lesionado, que no pudo comparecer a la cita arnedana. El sexto, bueno, con fijeza y ritmo en la muleta. Una novillada que mantuvo el interés de los espectadores y aficionados aunque algunas faenas resultaron un tanto tediosas.

Miguel Ángel Silva tuvo un primer novillo de ásperas embestidas con el que estuvo valiente logrando pasajes interesantes con la muleta. Pinchó al novillo, metiendo la espada a la segunda desprendida y tendida. Su segundo, cuarto de la tarde, de nombre 'Saltillo' fue un muy buen morlaco desde varas empujando con fijeza. Quite por Saltilleras. Desde los delantales de recibo, fijo en banderillas y de gran embestida en el tercio final. Silva, le sacó varias series por el pitón derecho ligadas y templadas y mandonas, al natural logró momentos muy buenos ligando series de cinco muletazos templados y ligados. Una segunda tanda de seis naturales ligados, mandando bien las buenas embestidas del burel y volviendo por el derecho en dos series, la primera en cercanías llevando muy toreado a 'Saltillo', finalizando la faena con dos ayudados por alto, uno por abajo, un natural y el de pecho. Lo peor vino con la espada, creo que tenía las orejas casi conseguidas pero le pegó un bajonazo y echó a perder su buen toreo. Se le pidió la oreja, no concedida por no haber mayoría, pero dio una vuelta al ruedo, después que al novillo le dieran una vuelta muy ovacionada. Lástima, pero a los toros hay que matarlos bien. Este novillo lo brindó a toda su cuadrilla como despedida de la temporada. Creo que tiene porvenir en la fiesta .

El venezolano Manolo Vanegas tuvo un primer novillo muy deslucido. Si añadimos que estuvo perfilero, fueracacho las más de las veces, la faena no cogió altura. Buenas embestidas tuvo su segundo, quinto de la tarde, con el que no terminó de acoplarse a sus embestidas lo suficientemente claras como para cortarle alguna oreja. Faena de más a menos con embarullamiento y muleta tropezada muchas veces. La emoción de la cogida le valió dar la vuelta al ruedo. Tiene maneras pero no el suficiente oficio para salvar dificultades.

El Colombiano Juan de Castilla toreó con enjundia a la verónica. Codicioso el novillo pero de buena embestida. En otras manos pudo haber sido de lío. No estuvo a la altura del burel. El que cerró plaza y feria fue otro buen novillo con fijeza. Algunos pasajes de la lidia merecieron ser aplaudidos, pero mereció más.

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