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La arnedana Lara Alfaro observa Lisboa desde el puente que cruza el río Tajo.
Llenando la mochila

Llenando la mochila

Lara Alfaro Arnedana en Lisboa

ERNESTO PASCUAL

Miércoles, 26 de noviembre 2014, 09:33

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Lisboa es la segunda residencia en el extranjero de la joven arnedana Lara Alfaro. Si Dublín fue un camino en el aprendizaje de idiomas, la capital portuguesa es ya una experiencia profesional. Y, sobre todo, vital.

Desde abril, trabaja con una asociación de voluntariado que da formación en informática a personas alejadas de ese mundo pero que lo necesitan por diversas causas, además de realizar actividades de concienciación sobre diversos temas en escuelas e institutos de los alrededores, entre ellos sobre las oportunidades de la movilidad europea para los jóvenes. Titulada en Publicidad, su labor abarca desde ser la 'community manager' en las redes sociales, redactar su blog, incluidos diseños, fotografía y realización de vídeos con sus actividades al ser profesora de castellano en escuelas.

«Si vine con cuatro cosas en la mochila, ahora está a rebosar de competencias aprendidas, de lugares que he visitado, personas que he conocido, del idioma que he aprendido.», valora sobre su experiencia. En esta experiencia tiene un papel importante Lisboa, una ciudad con esencia diferente. «Hasta que no te metes dentro no la llegas a percibir. Te envuelve la música en la calle, su historia, es una ciudad muy cultural e intercultural, con ciudadanos de sus antiguas colonias que hacen que la ciudad vibre», cuenta.

Al participar en un proyecto comunitario de voluntariado que llega a personas de todas las edades, Lara ve de cerca los problemas del país, muy similares a los que atraviesa esta España en crisis. Con ese contacto, ha conocido bien a los portugueses, que describe como simpáticos, educados, respetuosos. «Me encanta que mantengan el respeto hacia los mayores, a los discapacitados. que es algo que estamos perdiendo en España -subraya-. Da gusto entrar a una tienda o a un autobús y que todos saluden».

De esa ciudad, Lara se pierde por las calles estrechas del Barrio Alto llenas de ambiente de bar y color; por Fama, la zona más antigua bajo el castillo, para escuchar fado y la esencia de la ciudad; o por el ambiente intercultural de Primerio Andar, con músicas de mil países.

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