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Nagore, ayer, en el salón de usos múltiples de Cornago. ::
Íñigo Nagore presenta los proyectos para mejorar el regadío en Igea y Cornago

Íñigo Nagore presenta los proyectos para mejorar el regadío en Igea y Cornago

Agricultura elabora varias alternativas con un coste de 4 y 1,7 millones de euros para modernizar los sistemas de riego

Sanda Sáinz

Martes, 28 de febrero 2017, 00:48

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La mejora y modernización de regadíos es algo fundamental y más en zonas deprimidas como la comarca del Alhama-Linares, en las que no se cuenta con una regulación de agua adecuada. Bajo esta premisa el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Íñigo Nagore, presentó varios proyectos ante los agricultores en Cornago, ayer por la mañana, y en Igea por la tarde.

«En el caso de Cornago son obras para conseguir almacenar agua en invierno para utilizarla en verano y para regar con sistemas modernos, a presión». La solución de la Consejería pasa por construir balsas de regulación y el coste supera los 1,7 millones de euros, en 137 hectáreas. Nagore estuvo acompañado por el Director General de Desarrollo Rural, Daniel del Río; el autor de los estudios, Jesús Martínez Escudero, el jefe del servicio de infraestructuras agrarias, José Luis Soba y el ingeniero técnico agrícola de la Comunidad Autónoma José María Fernández.

En Igea la actuación es diferente ya que disponen del embalse del Regajo que sirve para agua de boca de la localidad y que también servirá para agua de boca de Rincón de Olivedo. Este «dispone de agua suficiente para plantear una modernización del regadío» indicó Nagore. El coste del proyecto es de cuatro millones de euros en 700 hectáreas, en las que se entremezclan varios regadíos.

El Gobierno de La Rioja ofrece tanto el asesoramiento como ayuda en la financiación para que las comunidades de regantes aborden estos proyectos y que la agricultura perviva de manera rentable. «Debemos hacer un esfuerzo y esto resulta complicado porque hay que cambiar de mentalidad, dejar de utilizar acequias y sistemas complejos y precarios en los que a partir de junio no hay agua, para transformarlos en riego a presión con tuberías y tomas en cada parcela», indicó el consejero.

Se trata de actuaciones a largo plazo que quizá tarden un año y medio ya que ahora los agricultores deben valorar y elegir las alternativas. A partir de entonces se concretará la forma de financiación y se redactará el proyecto de ejecución.

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