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Laura Rivado y Javier Redondo, ayer, durante sus explicaciones del proceso de licitación de la Atalaya. :: c.v.
Una 'infracción no subsanable' obliga a repetir el concurso de la Atalaya

Una 'infracción no subsanable' obliga a repetir el concurso de la Atalaya

El BOR informa de que al menos dos empresas concurrentes deberían haber sido excluidas de la licitación por no cumplir el proyecto y su solución técnica

Cristina Valderrama

Miércoles, 21 de septiembre 2016, 00:57

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El último número del Boletín Oficial de La Rioja, el del pasado lunes, informa del desistimiento en la adjudicación de las obras de estabilización de la Atalaya y anuncia la tercera licitación por procedimiento de urgencia de los trabajos para asegurar ese cerro y el de Santa Lucía. Según recoge el BOR, «la junta de gobierno (del Ayuntamiento de Haro) acordó desistir del procedimiento de adjudicación por haberse producido una infracción no subsanable de las normas reguladoras del procedimiento de adjudicación».

Según la misma publicación, la infracción no subsanable se debe a que al menos dos empresas «deberían haber sido excluidas de la licitación tras la apertura del sobre B al no cumplir el proyecto y su solución técnica con el proyecto del Ayuntamiento». La alcaldesa Laura Rivado y el concejal de Obras Javier Redondo ofrecieron ayer una rueda de prensa para explicar el desistimiento en el segundo intento de adjudicación.

Rivado informó de que en la mesa de contratación se vio que las soluciones que aportaban las empresas «no cumplían con la calidad de la malla de sujeción que se pedía, un requisito fundamental». Así, «hemos preferido pecar de exceso de celo y empezar de cero», antes que «adjudicar las obras cuando las condiciones no eran las adecuadas».

Según explicaron los representantes municipales, se abrieron las propuestas de las empresas. Una de ellas se desestimó porque «presentaba una baja desproporcionada» y no cumplía las condiciones que pedía el proyecto. Con la siguiente firma, la solución que aportaban tampoco respondía a las características que buscaba el redactor del proyecto y decidieron desestimar la contratación y empezar un nuevo proceso. El BOR y el acta de la junta de gobierno sí aluden a la «infracción no subsanable» al no haber detectado que esas empresas no cumplían con lo requerido y quedar fuera del concurso antes de abrir el sobre con la oferta económica.

El procedimiento para iniciar la adjudicación de las obras de estabilización de la Atalaya y el cerro de Santa Lucía se ha vuelto a iniciar por trámite de urgencia. Esta vez se ha indicado el «método» o la solución que las empresas aportan según lo que pide el redactor del proyecto, la empresa Asecam. Según informaron ayer Rivado y Redondo la malla y el anclaje tienen que garantizar un nivel de sujeción específico, que es el que recoge el proyecto para garantizar la estabilidad del talud.

El 2 de octubre finaliza el plazo para las propuestas y esperan adjudicar la obra a finales de octubre para valorar si pueden empezar los trabajos dentro de este mismo año. Es la tercera vez que la contratación sale a concurso ya que la primera vez se desestimó porque los precios no se ajustaban al mercado real y la siguiente vez se incrementó el presupuesto en 150.000 euros. La obra sale por 350.000 euros.

El 27 de septiembre, el equipo de gobierno ha citado a los vecinos de la Atalaya para explicarles el desarrollo de esta adjudicación e informar sobre la construcción del aparcamiento y la subida del autobús hasta allí.

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