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Brujas, y 'brujillos', ayer en Luezas. :: Sonia tercero
Luezas exalta el orgullo y lucha de la sierra

Luezas exalta el orgullo y lucha de la sierra

Cerca de 1.500 personas participaron en el Día del Camero Viejo para reivindicar una zona que pelea contra la despoblación

PILAR HIDALGO

Domingo, 7 de agosto 2016, 00:09

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La ermita de San Andrés, erigida en lo alto de un cerro que domina la aldea de Luezas, simboliza mejor que nada el sentir de este pueblo perteneciente al municipio de Soto en Cameros y el significado que le dio ayer al XXVIII Día del Camero Viejo.

Este pequeño templo, que más bien parece una suerte de atalaya ante la inmensidad del monte, llevaba caído desde mediados del siglo pasado. Tanto lo había zarandeado el paso del tiempo que resultó mejor tirarlo, pero para renacer de sus cenizas. Luezas se ha movilizado para recuperarlo y recientemente han comenzado las obras para su reconstrucción, como atestiguaban las barras metálicas que se podían divisar desde el frontón y calles aledañas.

El núcleo de Luezas se convirtió ayer en una especie de museo al aire libre de tradiciones y costumbres del Camero Viejo. La aldea reivindicó la identidad de esta parte de la sierra riojana a partir exposiciones fotográficas de familias y localidades del valle del Leza, herramientas típicas en pueblos volcados en la ganadería y la agricultura de subsistencia, una feria de productos artesanos, danzas tradicionales con los grupos de Trevijano y Luezas y una curiosa muestra de crónicas de Diario LA RIOJA con noticias acaecidas en las poblaciones del Camero Viejo entre finales del siglo XIX y principios del XX.

Ocaso y resurgimiento

Luezas propuso así un paseo por el corazón de este pueblo, que lucha por seguir latiendo, al igual que otros muchos en la zona. La aldea quedó deshabitada en 1972, ya que no contaban con un acceso por carretera que uniera esta pedanía situada a 1.130 metros de altitud con la parte baja del valle del Leza.

Por fortuna, esta situación revertió al poco, puesto que en 1978 se construyó la ansiada vía que los conectaba al mundo. Desde entonces carece de una población estable, pero «todos los días hay alguien porque la gente sube y baja desde Logroño», destaca Diego Lázaro, presidente de la Asociación de Amigos de Luezas (el colectivo organizador de esta edición del Camero Viejo). También se han rehabilitado bastantes casas.

Ayer la aldea registró un lleno. Cerca de 1.500 personas, entre hijos del pueblo y de otros puntos del Camero Viejo y visitantes se dieron cita en Luezas. La localidad se había engalanado para la ocasión, dado que durante este año los de Luezas se han afanado en restaurar el frontón y arreglar varias calles.

Ahora dirigen su mirada a la vieja ermita de San Andrés. Por eso el recorrido finalizaba en un puesto donde se invitaba a firmar una teja y aportar un donativo para ayudar a levantar uno de los símbolos de Luezas.

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