El Camino de la discordia en Navarrete

Ayer, operarios municipales comenzaron a retirar tres de los cuatro monolitos que se pusieron: los situados en la confluencia de La Cruz y Mayor Baja y Alta, en la plaza Donantes de Sangre y el ubicado en la entrada a la parroquia. El localizado en la puerta del camposanto se mantendrá. El Ayuntamiento navarretano ha atendido así la solicitud que le trasladó Patrimonio el pasado viernes por carta para que retirase esos tres tótems y que, de no haber considerado, le hubiera supuesto enfrentarse a una sanción de entre 3.000 y 120.000 euros.

Éste es el último capítulo de una polémica que se inició en el 2013, cuando el entonces Ejecutivo local del PP marcó el recorrido 'oficial' por la calle Mayor Baja y Alta con unas conchas de cerámica, lo que molestó a los comerciantes de La Cruz, por donde históricamente habían paseado los peregrinos. Una de las promesas del nuevo equipo de gobierno fue precisamente quitar esta señalización y permitir que los caminantes volvieran a internarse en Navarrete por la vía que desearan, lo que se materializó en febrero con unos tótems con información de los puntos de interés del municipio o de bienes patrimoniales como la iglesia y la puerta del cementerio.

El concejal de Turismo, Julián Olagaray, lamentaba ayer que Patrimonio no haya entendido que «los monolitos señalizaban elementos turísticos y no trazaban por dónde va el Camino de Santiago», pese a que durante la primavera se han cruzado varios informes y mantenido encuentros para hacerle ver al organismo regional esta postura. «Dicen que la señalización es confusa y desorienta al peregrino», señaló.

Olagaray defendió que la ruta jacobea constituye «un camino libre, que va por paradas o municipios enteros». «Hacer pensar que es una determinada calle resulta absurdo», argumentó. En cambio, el director general de Cultura y Turismo, Eduardo Rodríguez Osés, replicaba que «el Camino de Santiago es un Bien de Interés Cultural (BIC) que está marcado a nivel topográfico»; por lo que insistió en que «hay que mandar un mensaje único y claro de por dónde discurre».

Cuestión de «visibilidad»

Olagaray criticó el «excesivo» celo con que Patrimonio ha actuado en Navarrete, exigiendo que elimine los tótems de La Cruz y la calle Mayor Baja y Alta y de la plaza Donantes de Sangre y que modifique la ubicación del que está ante la fachada de la parroquia. «Dicen que interfiere en la visibilidad de este BIC cuando la gran mayoría de iglesias de La Rioja cuentan con señaléticas parecidas y, en algunos casos, hasta más feas», valoró el edil. Patrimonio no ha reclamado que se retire el de la entrada del camposanto.

Rodríguez Osés justificó la solicitud respecto del monolito de la iglesia dado que «está sobreseñalizada». «Tienen que buscar otra ubicación para que no se interponga y que desde los puntos de vista estético e informativo, quede lo mejor posible», sostuvo.

Por su parte, la portavoz del PP en Navarrete y concejal que colocó las conchas de cerámica en el 2013, Eva Hurtado, propuso «rentabilizar» la inversión realizada en la señalización (6.500 euros) y resituar los monolitos en el «auténtico» Camino de Santiago, pero «cumpliendo la legalidad». Y es que indicó que en febrero, el actual Ejecutivo «no pidió licencias para ubicarlos».

Olagaray avanzó que cambiarán los contenidos a estos tótems y los emplazarán en otros lugares de la localidad, aunque «fuera del casco histórico para que no haya afectación» y aprovechar el dinero invertido.