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Santo Domingo resucita sus portentos

Santo Domingo resucita sus portentos

'Los Milagros del Santo' suben esta noche el telón de la veintitrés edición, marcada por el final de la renovación del espectáculo

JAVIER ALBO

Viernes, 7 de agosto 2015, 01:03

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«No queda ya ni una coma del espectáculo que había antes de entrar yo». Así resume Martín Nalda el final, este año, de la renovación de la obra teatral 'Los Milagros del Santo', que a las diez de esta noche estrenará la veintitrés edición con la primera de las tres funciones previstas hasta el domingo, incluido.

EL CARTEL

  • Fechas. 7, 8 y 9 de agosto. A las 22 horas.

  • Organiza. Asociación Teatral Calceatense.

  • Patrocinan. Ayuntamiento de Santo Domingo de la Calzada y Gobierno de La Rioja (Educación, Cultura y Turismo).

  • Venta y reserva de localidades. En la calle Pinar 63, de 11.30 a 13.30 y de 18 a 20 horas; teléfono 619 55 88 14 y losmilagrosdelsanto@hotmail.com. Precio, 12 euros.

La Asociación Teatral Calceatense abrió el ensayo general del pasado miércoles a los medios de comunicación, peregrinos y a los abuelos del Hospital del Santo. La mayoría aplaudió, puestos en pie, el resultado final de la obra, en la que los cambios introducidos para esta edición, lejos de sellar sin más el compromiso adquirido por el director en el año 2012, aportan mucho más contenido, nuevas sensaciones -alegres, humorísticas, tristes- y, desde luego, impregnan el argumento de la particular visión con la que Nalda afronta sus montajes. Es la misma historia pero contada de otra forma, en la que, por ejemplo, la pomposidad se reduce a lo estrictamente necesario. Los desfiles, por otra parte, tienen lugar pero sin recrearse en ellos; además, reduce el relleno al dar voz a más personajes, a los que saca del conjunto para que tengan voz propia, vida aparte del grupo en la que hacen, por otra parte, el necesario bulto. Este trabajo actoral aparece subrayado en algunos miembros del elenco, que ofrecen grandes interpretaciones. Son suyas al completo, porque, aunque los textos están grabados, en esta edición cada personaje tiene su propia voz. No es 'prestada'.

Para evitar que los espectadores se relajen en exceso la representación no da tregua. A estas alturas huelga decir que ya no hay transiciones. Hace ya algunas ediciones que dijo adiós a los tiempos muertos. El fundido en negro no existe; sólo el color, el dinamismo, la historia que bulle sobre el escenario, que lo es buena parte de la plaza de España. Las escenas se encadenan unas con otras sin descanso; los personajes aparecen por todos los lados. Y así, los aproximadamente 105 minutos que dura, se pasan volando.

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